Como recoge LifeNews, el obispo Ignacio Carrasco de Paula, presidente de la Pontificia Academia por la Vida, la ha respaldado públicamente al destacar que realza "el amor heroico de una madre por su hijo no nacido" y "explora cuestiones difíciles sobre el significado de la vida, la familia, el amor y el sufrimiento". Además en la película se destaca el papel de un sacerdote católico, a quien interpreta James Earl Jones, capellán de un hospital que, según monseñor Carrasco, "encarna la verdadera naturaleza del alma sacerdotal, de servicio, guía y profundo amor de Dios a todos los hombres, mujeres y niños desde el momento de la concepción".
Gimme Shelter cuenta la historia de la joven Appel (Vanessa Hudgens), una chica de 16 años que vive en la calle y sólo ha conocido el mundo marginal de su madre (Rosario Dawson), prostituta y drogadicta. Cuando decide escapar de ese ambiente sórdido ("a veces tienes que dejar el hogar para encontrar a tu familia", subraya la promoción del film), acudirá a su padre accidental (Brendan Fraser), un adinerado broker de Wall Street que tiene hecha su vida, su matrimonio y sus hijos en un barrio de lujo. Entonces descubrirá que está embarazada de un encuentro ocasional con un joven que se desentiende de ella, y aunque lo más fácil es abortar, decide aferrarse como ancla de salvación a esa vida que lleva dentro.
Para ello contará con la ayuda de una casa de acogida inspirada en la labor real de Kathy Di Fiore, una mujer católica que fundó en 1981 Several Sources Shelters, asociación que desde entonces ha salvado a más de veinte mil niños ofreciendo una alternativa a madres que pensaban abortarlos. Su labor ha sido reconocida en todo el país y Di Fiore, que colaboró con la Madre Teresa de Calcuta, fue incluso recibida en la Casa Blanca por Ronald Reagan.