SINOPSIS.
China, 1936. A pocos días de la invasión Japonesa, 2 grandes maestros de las artes marciales, Ip-Man (el futuro maestro de Bruce Lee) y Gong Er (la bella hija de un famoso maestro que está a punto de jubilarse) miden sus fuerzas en una historia de honor, tradición y testimonio de la propia historia de los últimos días del Imperio Chino. También es un relato de la época dorada que las artes marciales vivieron en ese preciso momento. Las diferencias que surgen entre varios clanes que representan varios estilos de combate marcial también se presentan como diferencias políticas y de poder. Ip-Man intentará ser una persona neutral pero también un hombre con decisiones propias que a no todos gusta y que por ello, le granjeará numerosos enemigos.
MI OPINIÓN.
Ante todo, comentar que ver una película de Wong Kar-Wai ya resulta de por sí una tarea algo complicada. Con ello no estoy diciendo que el cine que él hace sea complicado, sino que cada elemento que presenta en sus películas, por insignificante que resulte, ya puede dar de por sí mucho jugo. El director de las célebres Chungking Express, Happy Together, Deseando Amar, entre otras, nos ofrece una cinta con una poderosa fuerza visual (a destacar una excelente fotografía) que se palpa desde el primer minuto (la batalla inicial bajo la lluvia resulta de una belleza casi poética y que recuerda al tiroteo que en su día llevó al cine Sam Mendes en aquella Road to Perdition. Volviendo al análisis de la cinta que nos ocupa, cuesta creer (al menos yo lo he visto así) que el actor fetiche de Kar-Wai sea el mismo Tony Leung (siempre lo he visto un estirado y poco expresivo), pero aquí hasta me ha parecido simpático. Los diálogos sencillamente son directos y a la vez reveladores (es otra cultura, diría una persona de a pie), pero dan mucho más de si, ya que manifiestan no solo un deseo, sino también una forma de entender la realidad del momento. Se trata de la figura de una persona corriente en un momento revuelto que nunca buscó ser un abanderado de nada en concreto pero que su buena fe o su buena fama hizo de él un icono en las artes marciales y que luego, la historia le llevaría hasta la figura en la cual se ha convertido hoy. Cabe destacar que también, como antes he mencionado, se trata de una película histórica (más histórica que de un relato fantástico como en su día ofreció la maravillosa Tigre y Dragón de Ang Lee). Puede que el espectador busque también un relato fantástico como aquel, pero que no busque mucho: se trata de una historia de supervivencia, honor y sobre todo, búsqueda de uno mismo (sin llevarlo a un extremo radical).
Destaco también la dirección y las localizaciones. Reforzadas ambas de nuevo por la fotografía. Cada elemento resulta imprescindible para entender el contexto de la cinta (por pesado que a uno le puede resultar), pero en necesario en este tipo de cine, ya que todo tiene un significado y no se deja nada al azar).
PUNTUACIÓN.
3/5 Buena.