Guionistas: Christina Mengert, Sally Thorne
Género: Comedia, Romance
Duración: 1 hora 42 minutos
Puntuación: 5
Decidida a lograr el éxito profesional sin comprometer su ética, Lucy se embarca en un juego despiadado de superioridad contra el frío y eficiente némesis Joshua, una rivalidad que se complica por su creciente atracción por él.
Para mí, The Hating Game ha sido exactamente eso: se deja ver, es ligera y entretenida, pero nada más. Una comedia romántica predecible, que no aporta nada nuevo, que ayuda a pasar una tarde aburrida y que no demanda esfuerzo por parte del espectador, pero ya. Para mí ha pasado casi con más pena que gloria: me apetecía ver algo del género y ha cumplido, pero también ha tenido situaciones y actitudes que me han hecho poner los ojos en blanco.
Vayamos con lo bueno: visualmente es muy agradable. Los personajes están muy bien en sus respectivos roles, y sí que tienen química entre ellos. Sus interacciones tienen chispa, no les falta sal, tiene algunos momentos divertidos. Y... sinceramente, eso es todo. También que no es excesivamente larga y que ya digo, no cuesta verla. Pero poco más.
Por otro lado, la relación entre los protagonistas a veces se me hacía demasiado inmadura, sobre todo por parte de Lucy. Entiendo que se tengan esa manía al principio, que también resulta divertida y aporta salseo, pero llegado cierto punto resulta exagerado y surrealista. Joshua intenta hablar las cosas como una persona adulta, comportarse con más coherencia... y Lucy se dedica a no comunicarse, a sacar conclusiones precipitadas, a tener actitudes de niña pequeña y a malinterpretar todo lo que Joshua dice o hace sin darle ni siquiera la oportunidad de explicarse. En fin, algunos de los malentendidos que surgen en la película me parecían muy clichés y forzados, que se hubieran arreglado con una simple conversación, sobre todo hacia el final.
En ese sentido, esperaba más. Más frescura, más madurez, un poco más de profundización en la relación entre ellos y también a la hora de abordar ciertos temas. Los personajes alrededor de Lucy y Joshua son simples caricaturas, tan exagerados que resultan totalmente increíbles y que a mí me hacían querer poner la película a velocidad rápida. Venga ya, hay muchas cosas que no hay quien se las crea. En fin, se me ha hecho bastante mediocre y aunque me ha ayudado a pasar el rato, al final casi le saco más contras que pros.
The Hating Game es una comedia romántica que se deja ver sin esfuerzo, perfecta para ver durante una tarde aburrida, pero que no aporta nada más.La dinámica de los protagonistas por momentos se vuelve demasiado infantil y a veces poco creíble, sobre todo por parte de Lucy.Además, la película falla a la hora de profundizar en ningún aspecto, y cae en bastantes clichés.