Qué ganas le tenía. Y me gustó aún más de lo esperado. Y hablo de ella mientras la escucho de fondo, que mi madre la está viendo. Y me dan ganas de sentarme en el sofá a verla otra vez....y eso que solo hace unos días que la vi.
Hay ciertas cosas que no me gustan, y que no se pueden solucionar, porque las utopías solo funcionan en mi cabeza. Por algo son utopías. Por algo son tan bonitas y justas. No me gusta dar poder sobre la vida de las personas, en mayor o menor medida, a otras personas. No me fío de la gente. Habrá de todo, pero es un hecho que, si le das poder a alguien sobre ti, puede abusar de él. Pueden estar los jefes, que pueden joderte y tal. Pero hay grupos más grandes, con más poder y que nos afectan a todos. Y esos abusos pueden llegar demasiado lejos. Llegan, seguro, en demasiadas ocasiones.
Estas preguntas y más, me hizo plantearme Celda 211. Preguntas que ya
A esto, hay que añadirle más cosas.
Unos 110 minutos de puro entretenimiento, de pura tensión, de pura adrenalina. De todo. No paran de pasar cosas, una detrás de otra. No hay descanso. Respira, si tienes tiempo. Cuando te preguntas a mitad de película que no sabes qué más puede pasar, y siguen pasando mil cosas, es buena señal. Además, interesa. Yo estaba dentro. Yo me sentía unida a la causa, yo quería poner mi grano de arena en el motín.
Añádele una pareja de protagonistas genial (algún día debería hablar más extensamente de ellos en 'Parejas de cine'), Malamadre y Calzones. Empecemos con Malamadre (Luis Tosar). Grande. Es jodidamente carismático, es g
Pero, me sorprende que solo hablen de Malamadre. Es genial, pero y, ¿Calzones? Por un Alberto Ammann, debutante, que no queda mal al lado del enorme Tosar. Con un papel jodidísimo....cumple. Cumple muchísimo. Espero que le den más papeles. Pero, el personaje en sí... Grande también. Empatizas con él, sufres con él, aplaudes sus ideas, su ingenio y su valor. Y hace una pareja cojonuda con Malamadre.
También hay críticas, no solo a lo referente a las preguntas que me plante
Está Antonio Resines, al que veo como un tío majo, y consigue que le odie. Bien hecho, Resines. Representa muchas de las cosas dichas antes.
***Spoiler***
Tampoco considero que haya cosas exageradas, como lo de que no se acercaría al follón por estar embarazada por muy preocupada que esté. Su marido puede que esté muerto. Le quiere. No sabe nada de lo qué pasa. Y no sabe que van a salir a dar hostias y no le da tiempo a irse. Su muerte tampoco la veo para que llores y llores. Yo no lloré. ¿Exagerado? Bueno, de unas hostias, depende de dónde te las den y según cómo caigas o si te golpeas la cabeza, pueden llevarte a eso. Además, lo considero un hehco necesario. Esa muerte es la culpable de que Calzones pegue ese gran cambio, de que se conciencie aún más de la situación que se vive allí dentro, de esa evolución de su personaje. Sino, no habría tenido tanta gracia, no hubiera habido ese gran cambio final, esa actitud épica de Calzones en el motín.
***Fin Spoiler***
Por cierto, Carlos Bardem, hermanísimo, demuestra que el talento en su familia no se lo quedó su hermano.
La historia del recluso de la Celda 211 me pone los pelos de punta. Al igual que las últimas imágenes de la película.
Un detalle que no puedo no comentar. Malamadre tiene a unos etarras como rehenes. Les dice que no les pasará nada, que les darán lo que piden. ¿Y si no os dan lo que piden?, pregunta uno. No sé, ¿qué hariáis vosotros en mi lugar?, contesta Malamadre. Enorme. Genial, genial. Joder, qué gran frase, qué manera de callarles la boca, qué manera de decir tanto.
En fin, ¿qué más se le pide a una película? Mensaje, preguntas para reflexionar, buenas actuaciones, buenos personajes, genial pareja protagonista, entretenimiento, nervios, bien contada, interesante, buen guión... Que viva Celda 211, coño.
9/10