Dirigida por Sean Penn en el 2007, Hacia Rutas Salvajes (Into the Wild), narra la historia de Christopher McCandless, un joven norteamericano que en 1990 se alejó de la sociedad y se convirtió en errante, llevando sus ideales hasta las últimas consecuencias, ya que se instaló totalmente solo en Alaska en un viejo autobús. Con un rifle y libros sobre plantas silvestres comestibles, murió de inanición.
Nuestros Andes fueron escenario de Tocando el Vacío (Touching the Void) del 2003, que relata la expedición de dos montañeros norteamericanos, en su casi fatal escalada del Siula Grande en 1985, una montaña de más de 6 mil metros cuando, cerca de la cumbre, uno de ellos se rompió una pierna. Bajando a un lugar seguro, las cosas se complicaron por el clima extremo y solo con sorbos de agua del hielo derritiendo.
Ya en 1976 se había realizado una versión mexicana titulada Supervivientes de los Andes dirigida por René Cardona Jr., que causó bastante polémica por las escenas de canibalismo, consideradas como “extremas” en esos tiempos, aunque no pasó de ser una mediocre cinta de aventuras.
Y siguiendo con Sudamérica, para el 2012 está anunciada Los 33, la desgarradora historia de los mineros chilenos que estuvieron 70 días atrapados bajo 700 metros de mineral en la ciudad de Copiapó, al norte del país sureño dirigida por Rodrigo Ortúzar.
Parece ser que el cine no para y siempre está sediento de nuevas historias para plasmarlas en películas que muestran la capacidad del ser humano de sobrevivir frente a grandes dificultades, tomando a veces decisiones extremas.