Terry Gilliam construye un universo con un futuro caótico, postapocalíptico con aires oscuros y una musicalización tan extraña como atrapante en esta película de culto protagonizada por el bueno de Bruce Willis. Quizás no apta para un público amante de relatos que proveen un curso de los acontecimientos con una linealidad o temporalidad básica, 12 monos supo cautivar mayoritariamente a la prensa y a apasionados cinéfilos en base a una historia de ciencia ficción con una poderosa intriga. El film nos adentra en un mundo humanamente hecho trizas, tras una epidemia provocada por un virus devastador. Algunos sobrevivientes se hallan refugiados en comunidades subterráneas, controlados y obligados por un grupo de científicos a presentarse como “voluntarios”, a fin de viajar al pasado en búsqueda de una muestra del germen, de modo que los eruditos en el tema puedan elaborar un antídoto. Y, obviamente, el protagonista y encargado de intentar lograr esta tarea es nada menos que Bruce.
LO MEJOR:la tirantez del relato. Soundtrack. El reparto. Ambientación. Trama. Ending scene. LO PEOR:las voces en el manicomio aturden en demasía. PUNTAJE:8