Películas Para Leer. Tal. Primer Capítulo: Despues De Tí Mi Amor.

Publicado el 02 noviembre 2018 por Carlosgu82

Entró, vio al hombre sentado en la barra del bar y descubrió que no se veía tan ebrio como de costumbre. Le gustó tanto como siempre, es decir, más que nunca.  Decidió pasar pero una vez dentro no se atrevió a decirle nada y prefirió seguir hasta una de las mesas más próximas, para esperar a que se levantara y tropezarlo o cualquier otro recurso que lo hiciera parecer un encuentro casual.

Pero su espera se alargó indefinidamente porque otro hombre entró al bar y se sentó al lado del suyo, con la clara intención de hablarle.  Desde ahí el ensimismado bebedor no tenía espacio para notar lo que ella sí pudo saber desde allá. La mujer ocultó magistralmente su creciente angustia, hasta que en la barra los dos hombres comenzaron a hablar.

  • ¿Cómo estás? -preguntó el recién llegado a ese hombre público que mucha gente admiraba, a pesar de que parecía tener todos los defectos.

Rasgos, gestos, ropas, ritmos. Después de una mirada que se acostumbra para saber si es de un vendedor de drogas, homosexual, o simple cambiador de ideas por cervezas, pudo concluir que no se trataba de ninguna de esas tres opciones. Nuestro solitario bebedor contestó.

  • Abandonado
  • ¿Por quién?
  • .. depende de con quien hables, mi mujer dice que por mi mismo, pero eso es imposible, siempre estoy aquí.
  • Deberías dejar de beber.
  • ¿Cómo se puede vivir sin beber? es como correr sin caminar
  • Te anestesias, quizá te sientes mejor pero es un abandono.
  • No sé la palabra adecuada. Más “real” podría ser, ¿no te parece? Vivir en el abandono es más real, sobre todo si nos da tiempo de contar historias.
  • Por lo que veo te gusta mucho hablar.
  • Invento historias que se confunden con la realidad.
  • ¿Cómo?
  • Una vez me entrevistó una psicóloga. Lo recuerdo muy bien. Estábamos en un salón, ella sentada al frente. Quería hacerme pensar que sabía lo que hacía. Verás, este es un mundo donde la mayoría de la gente que uno conoce no escucha el tiempo suficiente para saber qué sucede realmente. Es por eso que me lo tomo todo con tranquilidad.
  • Tengo entendido que hay unos monjes en china que hacen eso.
  • Sí, supongo que los monjes y los maestros son los que escuchan el tiempo necesario, pero solo al que se les puede acercar. No creo que el mundo dure tanto como es necesario para que los maestros sean visitados por la gente que los necesita. Pasa que ahora estoy aburriéndome más, porque cuando uno toma para diferenciarse acaba pareciéndose mucho. Y lo que parece termina siendo, como esa psicóloga, siempre intentando decir algo que pareciera tener mucho sentido hasta que terminaba teniéndolo. Estaba ahí, mirándome con su cara de seguridad y filantropía, como si estuviera haciendo algo insuperable. Pero resulta que cuando la gente se siente así de segura, es porque están a punto de embarcarte en su forma de ver la vida. Si llegaras a rechazar la invitación demostrándoles que no la necesitas te tratan como un delincuente, como un loco, o como irresponsable por algún acto de egoísmo, como si fuera posible resolver el egoísmo. En el mundo donde he vivido mucha gente necesita que los afecten para superar ese aburrimiento sin tener que beber.
  • Es la primera vez que no tengo que pedir que hablen. Creo que podemos hablar un buen rato.
  • … La mujer no aguantó más de hora y media sin oírme hablar, y empezó con su típico: “Háblame, sabemos que eres una mente brillante”. Y remató con otra frase muy efectiva en algunos momentos “Quiero ayudarte”. Ya yo sabía la técnica del halago y el afecto. Pero bueno, qué te puedo decir que no haya dicho antes, más que lo que tenía que saber: “No señora, usted no trata de ayudarme, usted quiere convencerse de algo ayudándome a mí”. No recuerdo bien las palabras que vinieron después, pero terminó declarándome no apto para el servicio militar.

El narrador alzó su trago con la mano a la altura de sus ojos a hizo una pregunta manteniendo esa posición.