La gata sobre el tejado de zinc (Cat on a Hot Tin Roof, 1958)
Richard Brooks adapto de forma sobresaliente la obra de Tennesse Williams en este melodrama protagonizado por Elizabeth Taylor, Paul Newman, Burl Ives, Jack Carson, Judith Anderson y Madeleine Sherwood. La historia narra cómo la inminente muerte de un anciano patriarca de una familia sureña acomodada comienza a generar tensiones entre el resto de miembros de la familia reaccionando de diferente manera sus hijos. Brick decide refugiarse en la bebida ante las reticencias de su esposa Maggie mientras que su hermano Gooper y su esposa comienzan a ver una oportunidad en todo lo que está ocurriendo. Cuando encuentras los actores adecuados para una gran obra ocurren estas cosas, no se le puede apreciar debilidad en ningún apartado importante a esta película que cuenta con unos diálogos impresionantes.
En algún lugar del tiempo (Somewhere in Time, 1980)
De Jeannot Szwarc nos quedara su dirección en un montón de series, un puñado de películas de calidad cuestionable y luego este drama romántico protagonizado por Christopher Reeve, Christopher Plummer y Jane Seymour. La historia es cuanto menos curiosa pues comienza cuando Richard Coller recibe el regalo de una anciana al finalizar una representación teatral de la que es autor, pasado el tiempo cree reconocer a la anciana en el retrato de una antigua actriz quedando subyugado al encanto que desprende la imagen por lo que decide mediante el uso de la hipnosis viajar a principios de siglo para poder conocerla y vivir un romance con ella. Aun con un argumento que puede levantar las dudas de los más suspicaces la acertada elección tanto de reparto como de aspectos técnicos hacen de esta película una opción entretenida de ver en el peor de los casos.
Un gran amor (Say Anything..., 1989)
Los inicios de Cameron Crowe no desentonaron del todo para lo que ha sido su carrera posterior con esta comedia romántica protagonizada por John Cusack, Ione Skye, John Mahoney, Lili Taylor y Amy Brooks entre otros. La historia cuenta como un optimista Lloyd Dobler intenta conquistar a Diane Court, la chica más bonita del instituto aparte de estudiante de honor, consiguiéndolo para sorpresa de todos y disgusto del padre de Diane que no aprobara esta relación. En la sencillez encuentra la virtud una historia sin demasiadas pretensiones donde las cosas más pequeñas son las que terminan importando y es que dentro de su género y época se planta en el límite de una historia bonita sin llegar a ser un pastel.
Vacaciones en Roma (Roman Holiday, 1953)
William Wyler llevo a cabo la adaptación de una historia de Dalton Trumbo consiguiendo recrear un cuento de hadas con esta comedia romántica de forma notable respaldada por un buen argumento y una mejor Audrey Hepburn que compartía cartel con Gregory Peck, Eddie Albert y Hartley Power entre otros. La historia nos traslada hasta la visita a la ciudad de Roma de la joven princesa de un pequeño país centroeuropeo que está deseando escaparse del protocolo donde esta encorsetada para poder visitar la ciudad consiguiendo escapar del palacio y acabar conociendo a un periodista americano en busca de una exclusiva que finge no haberla reconocido viviendo así unos días inolvidables mientras recorren la ciudad. La interpretación de los dos actores protagonistas consigue que te termines enamorando de esta película.
Tú y yo (An Affair to Remember, 1957)
Leo McCarey llevo a cabo este remake de su propia película de 1939 en blanco y negro titulada de la misma forma y basada en una obra de Mildred Cram dejándonos un encantador drama romántico protagonizado por Cary Grant, Deborah Kerr, Richard Denning y Neva Patterson. Nos encontramos la historia de cómo un playboy y una cantante se conocen durante un viaje en transatlántico surgiendo el romance a pesar de estar ambos ya comprometidos estableciendo entre ellos el pacto de encontrarse en un lugar en medio año en caso de seguir sintiendo algo por el otro. Puede que el argumento suene ya que posteriormente en los noventa se volvió a hacer una adaptación quizás algo más libre de la obra, aun así el acierto con el que se lleva a cabo la versión con la que nos encontramos aquí puede hacer de ella la más recomendable no decepcionando a nadie seguramente.