Peligro: nacionalistas sueltos (2)

Publicado el 24 agosto 2010 por Quemandoiglesias
He soñado con el señor Oliart.
Mi subconsciente, mucho más consciente de la realidad que yo, insistía en repetirme sus palabras publicadas por  La Voz de Galicia.
Esta "Historia viva de España" y "pieza de la maquinaria que la movió durante la época transitoria que dio pie a la realidad democrática presente", al recordar la estapa preconstitucional dice que:
Lo primero es que mi vida fue semipública, ya que nunca admití ningún cargo que me hiciera jurar los principios generales del Movimiento, con el que no estaba de acuerdo. Yo no podía jurar algo en lo que no creía y eso estaba en mi ficha policial, un documento en donde se me ensalzaba como persona trabajadora y familiar, pero también me definía como demócrata, algo que se llamaba entonces rojo. Incluso ahora para la derecha soy de izquierdas, y viceversa. A lo mejor lo que soy es de centro.
Una vida semipública. Una se lo imagino viviendo con miedo, casi en la clandestinidad. Y cuando miro su ficha en el congreso de los diputados, se me desata un tic en la comisura de los labios:
1953 ingresa en el Cuerpo de Abogados del Estado.
1958 Abogado del Estado en la Dirección General de lo Contencioso.
1963 Jefe del Gabinete Técnico de la Subsecretaria de Hacienda.
1965 Director Administrativo y Financiero de RENFE.
1967 Secretario General de RENFE.
1968 Abogado del Estado en el Tribunal Supremo.
1973 Trabaja en la empresa privada: Consejero Director General del Banco Hispano Americano, Consejero del Banco Urquijo, de Explosivos Rio Tinto, de Rio Tinto Minera, S.A., de S.A. Cros, de Barral Editores, S.A., de RENFE, etc. (1973).
1977 Ministro de Industria y Energía con Adolfo Suárez.
Ésa es su etapa preconstitucional. Algunos de los cargos que ha ostentado después son: Ministro de Sanidad con Adolfo Suárez (1980), Ministro de Defensa con Leopoldo Calvo-Sotelo (1981), Presidente de la Corporación de RTVE (2009).
Toda una mediocre vida semipública, evidentemente lastrada por la etiqueta de "demócrata". Angustiosa. Y para mí un insulto a quienes realmente se vieron perseguidos, marginados, expulsados, condenados o directamente ejecutados por ser "rojos" como él. Así se escriben las biografías de estos demócratas de extremo centro.