Tomates Transgénicos
La selección artificial de plantas por parte del hombre no es algo nuevo. Se tienen indicios de que esto sucedía ya hace 12.000 años. Pero realmente hasta el año 1994 no se aprueba la comercialización del primer producto transgénico, una variedad de tomate llamado “Flavr Savr” al que se le había introducido un gen que alargaba el periodo de maduración. Pero tres años más tarde fue retirado del mercado de productos frescos al presentar efectos no esperados como:
- Piel demasiado blanda
- Sabores extraños
- Cambios en su composición
¿Cueles son los efectos negativos de los cultivos y alimentos transgénicos?
- Tras década y media de cultivos y alimentos transgénicos, no existe estudio medico ninguno que avale cualidades saludables superiores a un cultivo tradicional. Mas bien es al contrario, puesto que en universidades Europeas existen estudios en ratones que demuestran daños en la salud por consumo de transgénicos.
- Este tipo de cultivos, en contra de lo que se cree, suponen un incremento en el empleo de productos agrotóxicos químicos. Esto es como consecuencia de su diseño genético artificial. Son más resistentes a los tóxicos empleados contra las malas hierbas, lo que permite emplear a los agricultores mayores cantidades de tóxicos para controlar las proliferación de las especies no deseadas, con el consecuente impacto medioambiental, contaminación de otros cultivos y problemas de salud en la población. Además algunas especies de malas hierbas son capaces de generar resistencia a estos productos con lo que se generan problemas de plagas muy complicados de erradicar.
- El empleo de cultivos transgénicos conlleva diseminar semillas en el medio natural que nunca se cruzarían con otras especies, lo cual provoca la aparición una serie de problemas con consecuencias imprevisibles como daños a la fauna del suelo, a insectos beneficiosos y la transmisión de sus genes a las plantas silvestres con las que están emparentadas, modificando la biodiversidad.
- El modelo de agricultura que fomentan (monocultivo intensivo) es del todo artificial e insostenible, Para poder afrontarlo se debe emplear compuestos químicos tóxicos, que por un lado mantengan la fertilidad del terreno, que es imposible manteniendo en largos periodos de tiempo el monocultivo, que eliminen a otras especies competidoras vegetales en las áreas de cultivos y otros que protejan al cultivo de plagas y enfermedades, que en el mayor de los casos no existen en la naturaleza y son consecuencia del monocultivo. Además su propagación conlleva la producción de semillas por parte de las multinacionales, ya que no se producen naturalmente, con lo que conlleva a una dependencia del medio artificial.