Si eres un deportista consolidado te va a costar creerlo, pero según algunos sondeos realizados entre corredores noveles, un altísimo porcentaje de los mismos piensa que sudar es una forma de adelgazar.
Pero lo cierto es que no se adelgaza sudando. Una cosa es perder peso momentáneamente al perder líquido si no lo recuperamos, y otra muy distinta es adelgazar. Además existe el uso de métodos artificiales para estimular la sudoración, que no resultan en absoluto beneficiosos para recuperar la figura ni para el organismo.
Sudar es bueno, ya que es una reacción (termorregulación) de nuestro organismo para refrigerarnos cuando se produce un aumento de temperatura en nuestro cuerpo por los motivos que sean. Otro aspecto positivo de sudar es que actúa como un método de limpieza que elimina minerales presentes en nuestro organismo que son considerados tóxicos.
Lo que no es positivo es forzar un aumento del mismo, poniéndonos un abrigo para hacer pesas o salir a correr (con un sol radiante). Esto producirá la deshidratación de nuestro cuerpo, y nos provocará una merma en nuestro rendimiento, calambres y dolor de cabeza. Si ese ejercicio lo realizamos con mucho calor, la deshidratación puede producir otros efectos más peligrosos como el llamado golpe de calor (los sufridores del mismo lo relatan como algo verdaderamente desagradable).
Según exponen los investigadores científicos, un ejercicio intenso de duración entre 1 y 2 horas en un ambiente templado puede hacer perder 1% del peso corporal, momento en el cual para la mayoría aparece la sed. El problema es que esos líquidos que se pierden se deben reponer, o por lo menos una parte. Con esos líquidos perdemos también electrolitos, como el potasio y el sodio, fundamentales para el equilibrio celular. En diversos consensos de medicina deportiva se acepta que una pérdida del 2% (que el atleta no percibe) del peso corporal es perjudicial para el rendimiento deportivo y más de ese porcentaje comienza a perjudicar la salud.
A la hora de vestirte para ir al gym, hacer deporte o salir a correr, es imprescindible pensar en la temperatura ambiente del lugar, y pensar que al principio podremos pasar algo de frío, pero inmediatamente entraremos en calor, y necesitaremos menos abrigo. Está claro que también es algo personal y particular, ya que no todos sudamos igual. Hay que auto-analizarse con la experiencia, y evitar prendas extras y que no ayuden a la transpiración, y lo más importante, sentirse cómodo para poder repetir la experiencia mil veces más por lo menos.
Es muy importante hidratarse antes, durante y después. Si además puedes emplear aditivos con sales y minerales mejor, pero no es imprescindible. Lo más importante es el agua. No mejoraremos nuestra resistencia si no estamos bien hidratados, y a la postre sufriremos en la práctica deportiva, lo que nos producirá una especie de rechazo mental por dicho sufrimiento que debemos evitar a toda costa. Es imprescindible para continuar superando nuestras metas y marcas.