Peligros emergentes químicos en alimentos

Por Alimenta Acción @AlimentaAccion
Las sustancias químicas contaminantes pueden manifestarse en cualquiera de las etapas de la cadena alimentaria, por lo cual es muy complejo poder enumerar las distintas sustancias a las que la industria alimentaria debería prestar una especial atención. A lo anterior hay que sumarle la influencia de distintos factores que pueden hacer que estos contaminantes aumenten su presencia, como son determinadas prácticas agrícolas o diversos factores medioambientales. Existen herramientas que permiten a la industria alimentaria priorizar acerca de los contaminantes que suponen o pueden suponer un peligro, y esto puede llevarse a cabo a través del acceso a investigaciones sobre salud pública y a datos estadísticos de incidencia.
Actualmente, las autoridades de seguridad alimentaria están trabajando intensamente en la determinación de las consecuencias que puede tener una exposición a contaminantes químicos conocidos o recientemente identificados, desarrollando estándares para los métodos y niveles de detección e impulsando la realización de estudios que conlleven el análisis químico de tejidos humanos, muestras de sangre o leche materna.
Pero... ¿cuáles son esas sustancias químicas cuya presencia en los alimentos puede suponer un peligro?
  • Pesticidas
  • Medicamentos veterinarios
  • Micotoxinas
  • Sustancias químicas industriales, como acrilamida o benceno.
  • Metales pesados: Cadmio, plomo, mercurio.
  • Contaminantes orgánicos: Dioxinas e hidrocarburos aromáticos policíclicos.

Los riesgos emergentes desde el punto de vista químico pueden ser el resultado de la exposición a sustancias químicas conocidas (pesticidas, benceno o metales pesados) o bien a aquellas cuyo riesgo ha disminuido en el pasado, pero que puede volver a incrementarse en el futuro debido a distintos factores como nuevas prácticas agrícolas o el desarrollo de nuevos productos por parte de la industria alimentaria.
Diversas sustancias químicas han sido protagonistas debido a su implicación en distintos accidentes relacionados con la seguridad alimentaria. A continuación citamos unas cuantas:
  • Benceno: Se utiliza en la fabricación de plásticos, resinas, fibras sintéticas o tintas. Se ha detectado su presencia en refrescos y preocupan los recientes estudios que indican que su toxicidad es superior a la considerada actualmente.
  • Acrilamida: Se emplea en la fabricación de plásticos y en el tratamiento de aguas. Puede manifestarse en los alimentos debido a su exposición a altas temperaturas (como ocurre en los tratamientos de fritura, cocción y asado) mediante la reacción de Maillard. La acrilamida es cancerígena a altas dosis.
  • Melamina: Se utiliza en la fabricación de plásticos y ha sido utilizada para falsear los niveles de proteína en los piensos en EE.UU en 2007 o en la adulteración de leche infantil en China en 2008. La melamina da lugar a la aparición de cálculos renales.

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Fuentes: BenKinney, M. T. (2008). How to assess the risk of emerging chemical contaminants in foods. Food Safety Magazine, February/March. FAO. Climate change: implications for food safety. Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). Roma Gijs, A. y Hans, J. P. Marvin (2009). Indicators of emerging hazards and risks to food safety. Food an chemical technology, 47, pp: 1022-1039

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