El champú seco que he probado ha sido Instant Fresh de Garnier, el todo en uno para un pelo limpio y ligero entre lavados. Se presenta en un bote verde y tiene una textura tipo laca.
El método de uso es muy sencillo: se pulveriza a unos 15 cm de distancia, se masajea, esperamos 2 minutos y cepillamos la melena. ¡Voilà, cabello perfecto! La verdad que es fácil de usar, deja como un olorcito a cítricos y el resultado no está nada mal.
Lo primero de todo, y a diferencia del clásico polvo de talco o de otros champús secos no deja residuo seco, cosa que se agradece. Y además el resultado es bastante bueno, desapelmaza el cabello, queda más suelto, y en mi cabello lacio y fino, puede aguantar otro día limpio. Vamos, que puedo espaciar el lavado un día más.
Otra razón por la que me ha gustado es para utilizarlo antes de hacerme, por ejemplo, un moño. De normal, si me lavaba el pelo un poquito antes, no había forma humana de fijarlo, con lo cual me duraba 3 segundos. En cambio, si me lavo el día antes y al día siguiente, pongo un poco de Instant Fresh, el resultado es mucho mejor. El moño me aguanta mucho más fijado, no se deshace. También me gusta, si en vez de moño, me hago algún tipo de rizo o tirabuzón con la plancha, me puede durar algo más.
Por lo tanto os recomiendo el champú seco si: tenéis el cabello graso y queréis espaciar el tiempo entre lavados, si queréis más volumen en un cabello lacio y muy finito, o bien, para haceros un buen peinado y que os dure más.
El champú seco Instant Fresh de Garnier contiene 150 mL y cuesta 4.75€.
¿Habéis probado el champú seco? ¿Os ha gustado?
Nota: para la elaboración del post, he recibido el producto por parte del representante de la marca. No estoy afiliada a la firma.