pelota pulpo

Publicado el 14 noviembre 2013 por Libretachatarra

Recibimos la invitación a la muestra “Alma de Pulpo (historia y apología de la pelota pulpo)” del artista plástico Miguel Ángel Ferreira en el Museo Histórico de Buenos Aires Cornelio Saavedra. La muestra se inaugura el sábado 16 de noviembre y se extenderá hasta el 9 del mes próximo.
La data de la exposición está en este sitio:
http://museos.buenosaires.gob.ar/saavedra_actividades.htm#pulpo
La mención de la Pelota Pulpo y del Museo Saavedra disparan, instantáneamente, recuerdos de nuestra infancia. ¿Cómo olvidar cómo picaba en la piel el pique de un pelotazo de una pelota marca Pulpo? ¿Cómo olvidar las excursiones escolares al Museo Saavedra, el perrear por los alrededores, subiendo y bajando por las laderas de la islita del Museo (en ese entonces sin agua)?
En la gacetilla que el artista tuvo la deferencia de remitirnos, hay una interesante reseña de la historia de la pelota marca Pulpo (reproducida en el link anterior). Y nos pareció apropiada compartirla con los visitantes de esta página. Transcribo aquí la data de este elemento simbólico de nuestra infancia.

…Entre los mitos de la Pulpo destacamos el que sostenía que, antes de jugar había que lubricar la sequedad de la goma, es decir mojarla, para evitar posibles agrietamientos. Esta hipótesis, hasta donde hemos podido reconstruirla es oriunda de los barrios de Caballito y Flores, no registrándose testimonios de semejantes extravagancias en Saavedra, el barrio originario de la pelota. Lo que no es un mito era el juguito que salía de la Pulpo cuando se pinchaba, ya que ello se debía al nitrito de sodio y al cloruro de amonio que con un poco de agua se colocaba en el interior de la pelota para gasificarla.

Valga todo este discurso teórico, para destacar el valor y la importancia que tan novedoso invento significó para la niñez, adolescencia, juventud y hasta para los veteranos que no resignándose al paso de los años, rindieron culto a tan extraordinario producto del intelecto humano.
LA PULPO NACIÓ EN SAAVEDRA: DE GERILDO A JUAN CARLOS LANFRANCONI.
El origen de este legendario adminículo deportivo debe remontarse a años de crisis. Precisamente es en 1929 cuando Gerildo Lanfranconi, quien había nacido con el siglo y que hasta entonces había sido encargado de los talleres Pirelli, funda en un local que se encontraba a la vuelta de su casa, junto a su hermano Arístides, la empresa G. Lanfranconi con domicilio en la calle Pinto 3740 del barrio de Saavedra. Casualmente, en ese mismo año, nace su hijo Juan Carlos. La fábrica, se dedica principalmente a la producción de artículos moldeados de goma (por ejemplo, sopapas) y cuerdas para triciclos (la cubierta de goma que cubre sus ruedas metálicas).
Hacia 1936, Gerildo crea la célebre pelota rayada de goma. Para ello idea un sistema que le permite inyectar goma de color rojo sobre la goma blanca lo que le da el rayado que se hará tradicional (muchos años después al rojo tradicional se le agregará el azul). El nombre de Pulpo se origina en el apodo con que se conocía a Gerildo por la fortaleza de sus brazos. La Pulpo (que se fabricaba en seis tamaños: 2,5 – 3 – 4 – 5 - 6 y 7,5 pulgadas) significa un importante impulso para el crecimiento de la empresa que llegará a tener gracias a ella, representaciones comerciales en todas las provincias; a trabajar durante tres turnos (mañana, tarde y noche) y ocupar a cien obreros.
Durante la segunda guerra mundial, las dificultades para la importación hacen que la empresa encare también la fabricación de pelotas de tenis. Años más tarde, precisamente el 1º de julio de 1958, Arístides y Juan Carlos se incorporan como socios y se constituye la firma G. Lanfranconi S.R.L. Ese mismo año, por iniciativa de Juan Carlos, aparece la marca LAN-GER (denominación formada con las tres primeras letras del apellido y las tres del nombre paterno). Gerildo y Juan Carlos habían viajado previamente a Santa Cruz do Sul (Río Grande do Sul, Brasil) para obtener de parte del ingeniero alemán Jorge Hoezel, allí radicado, el royalty por cinco años de las pelotas de tenis marca Mercur, pelota brasileña de menor calidad que las europeas, pero que por su proximidad geográfica con el país era accesible a menor precio. Con ello alcanzan un producto de estándar internacional. Las pelotas LAN-GER se adaptan rápidamente con las más modernas técnicas de elaboración e introducen en la Argentina el color amarillo que les otorga una mejor visibilidad, dejando atrás el tradicional blanco. Con ellas se jugarán campeonatos nacionales e internacionales como la Copa Davis.
Después del tenis, hacia 1962, llegará el turno de la pelota para la práctica de pelota paleta que será exportada a España, en este caso con la particularidad de que en lugar de negras eran de color amarillo porque allá los frontones son de color verde (a diferencia del blanco de los nuestros) lo que hacía más visible a la pequeña pelota.
Arístides fallece en 1967 y Gerildo en 1972. Entre 1981 y 1994, Viviana Rosana, hija de Juan Carlos asume la administración de la firma. Juan Carlos Lanfranconi decide finalmente cerrar la empresa en 1994, cuando el uno a uno y la libre importación afecta totalmente la subsistencia de la misma. Ya por entonces la pelota Pulpo había sido acorralada por el crecimiento urbano.
Si la crisis del ’29 abre un período propicio para la expansión de diversos emprendimientos industriales, lo que se acelerará en los años de la posguerra y del peronismo, el ciclo comienza a cerrarse luego de la crisis política de mediados de los ’70. La nueva crisis económica de fines de los ’80 e inicios de los ’90, y la respuesta que ella conlleva (la convertibilidad y la desprotección de la industria ante las importaciones masivas) asestan el golpe definitivo. La historia de la Pulpo puede ser leída sin duda como una metáfora de la industria argentina del siglo XX.
fuente: http://museos.buenosaires.gob.ar/saavedra_actividades.htm#pulpo