A todos los niños les encanta lanzar cosas y jugar con el agua. Juntar estas dos aficiones ha dado lugar a los globos de agua. Son una gran diversión para los más pequeños de la casa, pero una pesadilla para los que tenemos que limpiar luego y recoger trozos de goma por todo el suelo. ¡Una solución increíble son las pelotas esponja!
Estas fantásticas pelotas acumulan tanta agua como los globos, podemos lanzarlas sin hacer daño a nadie y no se rompen tras cada uso. Al acabar de jugar, podemos limpiarlas, lavarlas y guardarlas para la siguiente ocasión. Y lo mejor de todo, ¡podemos fabricarlas a nuestro gusto!
Material necesario para hacer las pelotas esponja:
– Esponjas de colores
– Hilo de pescar (o dental, aunque no es tan resistente)
– Tijeras
En primer lugar, debemos cortar las esponjas en 4 tiras a lo largo de la esponja.
Seleccionamos ahora ocho tiras de diferentes colores para formar una pelota y las organizamos en dos filas de cuatro. ¡Aquí puede verse la creatividad de cada niño y sus preferencias artísticas!
Utilizamos ahora hilo de pescar (o hilo dental) para unir las tiras de esponja. Hay que apretar fuerte para darles la forma esférica y para evitar que se caigan las tiras. Si usamos el hilo dental, hay que tener en cuenta que no es tan resistente. En ese caso, es mejor dar varias vueltas para evitar que se rompa el hilo al lanzar la pelota esponja. En cualquier caso, debemos atar con varios nudos y cortar el hilo sobrante.
¡Listas! Ahora ya puede empezar la diversión. Sirven tanto para una guerra a campo abierto por el patio como para una batalla intensa en la bañera. ¡Nuestros niños disfrutarán estén donde estén con este divertido remojón!
Para guardarlas, podemos usar una simple red que colgaremos en la ducha. Así podemos dejar que se sequen completamente después de cada guerra acuática. Podemos lavar las pelotas en la lavadora (siempre que las dejemos secar luego al aire, no hay que meter en la secadora).