Pelotazos en pelotas

Por Lacontra
Cada día me cuesta más reconocer en qué han quedado convertidos los plenos de doña Peñalver. Ya no la reconozco de cuando llegó, de purísima y oro, señorona de nuestro Jaén. Por mucho que te agarres a una escoba de plata, ni que nos pongas un tranvía con alas, las cuentas no cuadran. Haz caso a las viejas de Bailen, que dicen que no se puede sacar sin meter.
Tú que no has sido mujer de tu casa, cómo te metes en encajes de bolillos, bordando presupuestos con costurero de lata. Ahora sales del armario con dos pelotas bajo el brazo; con tu hija predilecta “la roja” y un benefactor empresario. Se te nota preocupada por la falta de casas, y como una becerra en luna llena, embistes al campo. Tu mejor subalterno, Jose Luís Cano, no está por el quite esta vez; y te quedas en pelotas gritando “salvemos al Real Jaén”.
Desde cuándo –pregunto-, desde cuándo un Ayuntamiento en bragas y tiritando anda salvando equipos de especuladores inmobiliarios. Santos salvadores nos sobran ya en este reino, del que emigró hasta su padrino. Porque gata escaldada del agua de Caldas huye, salvo que tenga un cutis de “Consentino”.
Perdonen los lectores la pelotera que he liado; pero me duele que mientras unas se lían en faldas, otros se las calcen de medio lado construyendo chaletes en terrenos recalificados. Porque aquí mal vivimos del aceite, que por poco que deje, es un negocio más decente.
Suerte que por el arte de birlibirloque al despanzaburras de Sevilla hemos evitado y, sacando la pasta del infeliz abonado, este cuento del Jaén se ha salvado.