Primero tejí un rectángulo de lana peluda que encontré en un bazar chino. Luego la cosí por un lado para formar una especie de tubo, y cerré un poco las aberturas de los extremos. Lo rellené con relleno de un cojín, que compré en una tienda de decoración. Compré imitación de fieltro y con él hice el pico, la cola y las patas. La cola la bordé para que pareciese palmeada como la de un ornitorrinco de verdad. Cosí todas las partes y por último, al no encontrar ojos de cristal para peluches en ninguna mercería que encontré, le cosí unos botones negros y les pinté unos brillitos. ¡Y al final me quedó muy bien y a todos les gustó mucho!
Primero tejí un rectángulo de lana peluda que encontré en un bazar chino. Luego la cosí por un lado para formar una especie de tubo, y cerré un poco las aberturas de los extremos. Lo rellené con relleno de un cojín, que compré en una tienda de decoración. Compré imitación de fieltro y con él hice el pico, la cola y las patas. La cola la bordé para que pareciese palmeada como la de un ornitorrinco de verdad. Cosí todas las partes y por último, al no encontrar ojos de cristal para peluches en ninguna mercería que encontré, le cosí unos botones negros y les pinté unos brillitos. ¡Y al final me quedó muy bien y a todos les gustó mucho!