Mereció mejor suerte Vélez, que aunque completó una actuación dispar acumuló los meritos suficientes como para por lo menos llevarse una igualdad que le hubiera permitido afrontar el encuentro de vuelta sin la obligación de ganar que ahora tendrá.
Aunque al inicio se vio sometido y debió soportar la intensa presión en todo el campo ejercida por Peñarol, el cuadro conducido por Ricardo Gareca disfrutó de momentos de muy buen fútbol a lo largo de la primera mitad, creciendo con el correr de los minutos, haciéndose fuerte con el balón en su poder y valiéndose de la clarividencia de Ricky Alvarez –reemplazante de Maxi Morales, afectado por una dolencia muscular- y las gambetas de Martínez para ir acumulando opciones.
Silva desperdició la primera a los 15, tras una buena pared entre Alvarez y Papa –de valioso aporte en este tramo del juego- y tres minutos más tarde fue Martínez quien asistido por el propio Ricky se encontró en posición franca de remate. Sosa rechazó a mano cambiada.
Con Vélez mostrando su ambición y siendo dueño del balón y la iniciativa, el “Burrito” fue nuevamente participe de una acción que por poco no termina en gol, desbordando como habitualmente suele hacerlo por el sector izquierdo y tocando atrás para Papa, que se encontró de golpe con la pelota y no definió como seguramente hubiera querido.
Menos estridente, Peñarol buscó ser más práctico, aprovechando las espaldas de Cubero e intentando progresar siempre por el sector izquierdo, en el que Mier se mostró siempre activo y amenazante.
Para pocos fue una sorpresa entonces, que tras una escapada suya, el local contase con su opción más clara durante la primera mitad –Martinuccio, menos participativo que otras veces, recibió el pase y definió bien, pero el balón se perdió rozando el poste izquierdo de Barovero-.
Transcurrida dicha acción, el encuentro entró en un breve impass, en el que las situaciones ya no fueron tan claras y ambos cayeron en la imprecisión, hasta que el reloj marcó los 44 minutos y tras un corner ejecutado desde la izquierda por Mier el experimentado Darío Rodríguez se anticipó a todos y venció la resistencia del arquero con un cabezazo impecable, dándole la inmerecida ventaja al “Manya”.
Se hizo fuerte estando en ventaja Peñarol y aunque iniciado el complemento renunció por completo a la pelota y le cedió el control del juego a su rival, casi no presentó fisuras de mitad de campo hacia atrás –creció la labor tanto de Valdez cómo de G. Rodríguez-, defendiéndose sincronizadamente e impidiéndole a un Vélez ya sin la fluidez exhibida con anterioridad encontrar espacios por los cuales generar ocasiones claras.
Seguramente todo hubiera cambiado si a los 12 minutos a Martínez no le anulaban un gol legitimo –tras un centro de Augusto Fernández quiso cabecear, tocó involuntariamente la pelota con la mano y luego definió-, lo cierto es que al “Fortín” le sobró posesión pero le faltó la imaginación que si tuvo en los 45 iniciales, lo cual no le permitió conseguir la igualdad.
Tendrá que ganar en el Amalfitani Vélez, como así también evitar que el equipo uruguayo le marque un gol, lo que complicaría mucho las cosas. Recursos tiene y de sobra. Será hora entonces, de volver a ponerlos en práctica.