Esta mujer me desconcierta, dice que no quiere hablar sobre su vida privada y aparece día si y día también en programas de tv estadounidenses, bromeando si al soplar las velas de su tarta de cumpleaños casi se quema su melena, que su hijo se llama Leo, que está en su mejor etapa de la vida junto a su marido Javier Bardem, bla bla bla bla ...
Pero resulta que posa bellísima y con cara de adolescente (supongo que algo habrá tenido que ver el photoshop) en la publicación americana de VOGUE de Junio hablando de ese tema tabú que está vetado para los españoles.
Sí, en Cannes donde fue a promocionar su peli, veto a la prensa rosa española y solo dio ordenes que hablaría a informativos o medios especializados pero ni una sola pregunta sobre hijo o marido.
TOMA YA!
El tiempo, que es el verdadero juez, pondrá a cada uno en su sitio. (yo la tontería esta se la quitaba con un par de verdades)
En VOGUE US comenta que su nueva adicción es su hijo Leo, aunque en público lo llama Leonardo.
"No creo que la gente se haya dado cuenta de las barreras que ha roto Pé" palabras de Rob Marshall, que añade "Qué no hay nadie como ella".
A DIOS GRACIAS dixit Violetta
Pe confiesa no tener carnet de conducir ni ella ni su marido, claro tienen dinero para pagar al chofer (será Wilson, el de la Lomana?)
Qué disfrutó mucho en el campamento donde se filma la serie de tv "GLEE" cuando fue con su maridito que hizo un cameo en la misma.
Comenta en tono divertido una historia que le pasó con los patines de rueda.
También la "actriz" habla sobre su hijo (uy, eso no es un tema privado?) que algunas noches no duerme bien por el bebe Leo pero que no la importa. (Claro, con una niñera yo también no me importaría)
Mientras comenta todo esto, la publicación describe el momento como tierno por las lagrimas de Pe al hablar de su retoño.
El resto de la entrevista es ñoña y no me apetece escribirla, me da pereza.
Por JASON GAY
FOTOS DE MARIO TESTINO
Os dejo el resto...
I ask Cruz how has motherhood has changed her, and her face grows flushed. Tears begin to collect under her eyes.“One second,” she says. She dips her head and dabs at her face. I fear I am about to be removed from the hotel, forever banned for making Penélope Cruz cry.But now she is laughing and crying at the same time. “This has never happened to me,” she says. “This is really funny. I’m sorry. It’s unexpected.”To date, Cruz hasn’t talked at all about her son in public. But it’s clear his impact is profound. “From the first second, you feel so much love,” she says. “It is a revolutionary experience. That’s the best way I can describe it. It transforms you completely, in a second. Nature is very wise and gives you nine months to prepare, but in that moment—when you see that face, you are transformed forever.”She is not trying to wipe away the tears now. She rolls with it. It’s an unabashed, blissful cryfest. “Even if you have heard from all your friends and family, ‘This is what’s going to happen,’ until it happens to you, it’s hard to understand in your soul,” Cruz says.Almodóvar says he “never had the slightest doubt that she wouldn’t feel a complete woman until she gave birth.” For years Cruz has been passionate about children’s causes; when she was 22, she volunteered in Calcutta at one of Mother Teresa’s orphanages, meeting the woman herself. “It changed the way I see the world,” she says.She remains engaged in humanitarian ventures, like her friend Bono’s (Red) project benefiting Africa (“A genius idea”), and Sean Penn’s recovery effort in earthquake-ravaged Haiti. “It’s not just somebody who is talking about it,” she says of Penn. “He’s there.”Motherhood has intensified Cruz’s determination to give back. “Even if you were aware of children and felt compassion, when you have your own, it multiplies,” she says. “It breaks your heart to know that there are so many children in the world suffering so much.”