Esta es la historia de Pénelope y es su versión de los hechos. Durante muchos años fue una mujer sumisa, a la que hicieron callar y que estuvo bajo las órdenes de su marido y unos cuantos miembros de su familia. Fue víctima del machismo, de los "estás loca/histérica" o "tú no sabes hacer las cosas como yo". Siempre bajo la sombra de su prima Helena de Troya, que de vez en cuando aprovechaba para sacar a relucir su físico y arrojar a Penélope al fango.
Margaret Atwood reescribe el mito y lo hace desde la perspectiva de la esposa doliente y cansada que se queda en casa a esperar a que su marido regrese de una cruel guerra que provocó (¡vaya!) otra mujer (porque ellos nunca tienen la culpa de nada).
«¿Qué puede hacer una mujer cuando difunden por el mundo chismes escandalosos sobre ella? Si se defiende, parece que reconzca su culpabilidad, así que decidí esperar un poco más.»
«La inteligencia es una virtud que los hombres aprecian en sus esposas cuando las tienen lejos. En las distancias cortas, si no se les ofrece nada más seductor, prefieren la amabilidad.»
Penélope toma la voz y la palabra para contar como transcurrieron esos 20 años de espera, llevando la administración de Ítaca e intentando educar a un hijo que demostró ser un verdadero ingrato. Con su inteligencia y sus argucias logrará llevar a cabo sus planes, pero por el camino perderá a sus doce leales sirvientas que harán las veces de Coro en la novela (como gran tragedia griega que es). ¿Por qué mató Odiseo a las muchachas? ¿Buscan venganza? ¿Busca venganza su esposa?
'Penélope y las doce criadas' es un relato breve, mordaz, desternillante, escrito con mucha retranca y que nos recuerda que siempre hay más de una versión de los hechos.
Valoración GoodReads: ⭐⭐⭐⭐