Penny Century es otra recopilación de pequeños relatos en los que con su fragmentaria narración y sus obsesiones con la lucha libre y el rock and roll, Jaime nos desvela más pistas sobre el pasado, la biografía y la relación entre nuestras Locas favoritas, Hopey y Maggie, y su cohorte de personajes secundarios. Al que ya conozca la obra de Hernández, Penny Century le parecerá una golosina. Al que jamás se haya acercado a sus páginas, tal vez este no sea el mejor comienzo, pero seguro que le despertará el apetito. Jaime es un dibujante magnífico y personal, y sus guiones tienen vida propia. Sus personajes hablan, respiran, se mueven y reaccionan como seres humanos. En sus historias no pasa nada y en realidad sucede la existencia toda. Y su forma de narrar es fascinante. Adelante y atrás, interpolando, dejando pequeños detalles sueltos que no cobrarán luz hasta no haber visto el tapiz completo, aclarando otros que quedaron sueltos en tomos anteriores. Jaime Hernández se reafirma como uno de los grandes y Penny Century lo coge en plena forma.
Fran G. Lara