Pensamiento mágico

Por Lamadretigre

El año del pensamiento mágico es un libro maravilloso de Joan Didion, una periodista y escritora californiana, sobre la muerte de su marido. Su pareja desde hacía más de cuarenta años.

Es un libro escrito desde el dolor, la incredulidad y la negación de la muerte del que fue mucho más que un marido. Mucho más que el padre de su única hija. Un libro que describe con una limpieza y precisión quirúrgica el duelo de un ser querido. Muy querido. Y más. Es un libro sobre la pérdida no sólo del amor, sino de la costumbre, de la compañía, del hábito de transitar juntos por la vida. Es un libro escrito desde la tristeza y la desolación.

Y sin embargo es un libro feliz. Dulce sin querer serlo. Es un homenaje, un testimonio de amor sin mencionar ni una vez el término. No utiliza el verbo amar, ni querer, ni siquiera echar de menos. Ni una vez. No hay sustantivos empalagosos. No hay amores ni enamoramientos. No hay cariños, ni hombres de mi vida, ni almas gemelas. No habla de primeras citas. Ni de flechazos. Ni de pasiones. No.

Pero no hay una página en la que no quede constancia de la profundidad de su relación como pareja, como padres, como compañeros, como escritores y como amigos. Con una franqueza que engancha Didion hilvana recuerdo tras recuerdo con una prosa descarnada a la que no se le puede poner un pero. Nos lleva desde Nueva York hasta California. Desde los sesenta hasta el siglo veintiuno evocando un estilo, una época y una forma de vida en extinción.

Son recuerdos cotidianos, no necesariamente con un gran momentum dramático, que nos ayudan a entender como labraron una relación de cuarenta años estos dos escritores singulares. Pagaría una fortuna por poder ver la adaptación a teatro protagonizada por Vanessa Redgrave.

Cuando murió su marido, la única hija adoptiva de ambos yacía inconsciente en la UCI de un hospital neoyorquino. Murió veinte meses después, después de una sucesión de operaciones e ingresos hospitalarios, dejando a Didion sin los dos pilares de su vida: su marido y su hija. Noches Azules, su siguiente libro, lo escribió a raíz de la muerte de su hija pero quizá es más un análisis sobre la vejez y la soledad. Es un libro más sombrío, con más dolor acumulado, pero también tiene mucha luz. La luz de los recuerdos de su hija. De los buenos. De los malos. Y de los difíciles.

Es un libro duro. Un libro en el que la autora se hace preguntas muy difíciles con respuestas poco halagadoras. Vuelve a ser un libro tierno sin querer serlo. Un homenaje a la hija conocida. Y a la desconocida. Escrito desde la soledad más absoluta. La soledad de la mujer que se marchita. Sola. En su apartamento de Nueva York. Con sus libros. Sus recuerdos. Y sus miedos.

You sit down to dinner and life as you know it ends.


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