Tras ver los dos primeros amistosos de la selección, me gustaría comentar algunos de los aspectos, tanto positivos como negativos, que voy viéndole a la Selección Española de Fútbol. Quizás soy injusto con Vicente y sus pupilos, pero la verdad es que, visto lo visto, hay más motivos de preocupación que de esperanza; supongo que esto viene dado por la racha impecable de la Selección en los últimos dos años (salvo el tropiezo frente a los EEUU) y por sabernos favoritos para la cita mundialista al ser los vigentes campeones de Europa.
Cualquiera que haya visto los dos partidos habrá podido comprobar que, en varias fases de los partidos, el equipo no ha sido capaz de hacerse con el control absoluto del juego frente a dos selecciones, a priori, bastante más débiles que la nuestra, cediendo pérdidas en muchos casos absurdas en el centro del campo. En el primer partido, contra Arabia Saudí, cuando tocábamos lo hacíamos demasiado de lado a lado, pasando la bola de forma intrascendente de Xabi a Xavi, atrás a Busquets, se abre uno de los centrales y balón para él, que busca a uno de los tres mediocentros y vuelta a empezar. Esta rutina sólo se veía alterada si Andrés Iniesta entraba en cntacto con el balón o si los rivales nos lo robaban. Lo que más preocupante me parece es que un equipo que alinea a Xavi, Iniesta y Silva no sepa hacer llegar el balón con peligro a las proximidades del área, donde no está un delantero del montón, sino David Villa; puede que un equipo rocoso de nivel, una Alemania o una Italia, sea capaz de cerrar todos los espacios y obligarte a recular o a intentar un pelotazo, pero este no es el caso de los árabes, un equipo bastante mediocre del que me cuesta creer que nos hiciera dos goles. Vi a los jugadores carentes de frescura y de ideas, y sólo Iniesta me parece que cumplió. Las otras conclusiones que pude sacar de este partido es que Busquets sobra en este equipo cuando Xabi Alonso esté bien (sed benévolos conmigo y que mi muerte no sea dolorosa, culés), ya que se estorban y hoy por hoy Alonso, bajo mi punto de vista, le supera en corte y distribución, y que a Arbeloa, como ha venido demostrando esta temporada en su club, se le hace un mundo mandar un centro con naturalidad con la izquierda, por lo que ante equipos a los que vayamos a dominar completamente (como se supone que pasará en los tres partidos de primera ronda del Mundial) debe ser Capdevila quien ocupe la demarcación de lateral izquierdo.
Respecto al segundo partido, la conclusión más clara es que esta España no está concebida para jugar con dos extremos y un delantero clásico. Yo, que soy un romántico y adoro a delanteros del tipo de Llorente y extremos como Navas, asumo claramente que nuestra Selección gana mucho cuando se asocian los cuatro o cinco jugadores de toque para marear al rival hasta que surja el espacio, como muy bien hace el Barça. Para mí es más aburrido esto que ver a una flecha pegada a la línea de cal driblar al lateral y sacar el centro hacia el nueve siete veces en el partido, pero es lo que hay. España juega a esto y lo hace muy, muy bien. Si hasta yo, que adoro el juego por bandas, veo que nuestro equipo no debe jugar a esto, ¿qué haces, Del Bosque, a dos semanas de empezar nuestea participación en el Mundial, sacando a ese equipo y dejando a hombres clave como Xabi, Xabi y Silva en el banco? Se supone que el equipo debe llegar bien rodado al mundial, pero este tipo de partidos no ayuda. Si quieres darle minutos a los menos habituales, utiliza la última media hora o veinte minutos, pero deja que el equipo base coja ritmo y se hagan a los movimientos de los compañeros con los que van a jugar la competición.
En cuanto a los aspectos positivos, salvo a Iniesta, muy activo y con chispa, y a Navas, que ha demostrado que es peligroso para el rival y que tiene muchas ganas de dejarse ver en el Mundial. También me quedo con el cambio a mejor que dio el equipo en el partido contra Corea cuando entraron los cambios; como he dicho arriba, balonazos de Marchena para Llorente no es a lo que tenemos que jugar. También es positivo que, pese a las dificultades, se ganaran los dos partidos; esto es propio de equipo grande y no debemos avergonzarnos de ello, sino verlo como un extra para cuando las cosas se atasquen un poco (que se lo digan a los italianos...).
En definitiva, que queda poco para la hora de la verdad y que no es tiempo para quedar bien con los 23; hay que poner a los 11 con los que el entrenador tenga pensado empezar el mundial y pedirles que hagan más de lo que están demostrando, que ya hemos visto en anteriores ocasiones que son capaces. Bueno, seamos optimistas, que el grupo lo merece.