¿pensando ya en la vuelta al colegio?

Por Celia Garabaya @britishbubbles

Parece mentira, pero es verdad. Cuando disfrutamos y estamos de vacaciones, parece que el tiempo volara. Cuando nos queremos dar cuenta, tanto el verano, como las vacaciones y el buen tiempo se han pasado. Y ya estamos de lleno en medio del curso escolar. Teniendo que esperar toda una eternidad para poder volver a disfrutar de una etapa de esparcimiento con una bajada en las obligaciones. Pero, que le vamos a hacer. Ahora estamos justo en el punto más cercano a la vuelta al colegio. Lo que quiere decir que nos queda casi un año, antes de volver a tener las preciadas vacaciones de verano. Una etapa que cada niño la sobrelleva como puede. Algunos en verdad, aunque nos parezca mentira, están deseando volver al colegio. Aunque no suele ser lo más habitual. Vamos a ver los puntos más importantes y clave, cuando llega la hora de volver al colegio o al trabajo.

Se acabó, tenemos que volver.

Anteriormente habíamos hablado sobre la importancia que tienen las vacaciones tanto para los niños como para los adultos. Y vimos los puntos más importantes que debemos tener en cuenta cuando los niños están de vacaciones. Por una extraña razón, los humanos (la mayoría de ellos, ya que otros son todo lo contrario) son animales de costumbres. De hecho, aunque nos guste, sea necesarias las vacaciones. Los humanos, nos sentimos más cómodos teniendo rutinas. El tener el tiempo organizado, hace que la información sea mucho más fácil de absorber para el cerebro. Además hace que nos sintamos seguros con lo que ya conocemos.

Lo que no quiere decir que sería mejor no tener vacaciones. Más bien diría que lo que no hay que tener es trabajo. Y tener siempre las rutinas de las vacaciones. Algo que evidentemente, a no ser que seas uno de los afortunados a los que les ha tocado el gordo creo que no va a ser posible vivir de esa forma. Así es que tenemos que asumir que lo normal es el trabajo o el colegio. Y las vacaciones y el tiempo para nosotros es simplemente un inciso en la vida.

En varios estudios muy interesantes sobre el trabajo y las vacaciones. Nos enseñan que hay dos modos de adaptación para el cerebro. Pasar de situaciones malas a mejores y de situaciones mejores a peores.

Lo que quiero decir es que nuestro cerebro, está preparado para asumir siempre mejoras en nuestra vida (mejoras en un sentido muy subjetivo, ya que lo que puede ser una vida mejor para uno, no lo tiene que ser para todos). Con lo que si pasamos por ejemplo, de un trabajo donde nos levantamos a las 5 de la mañana y trabajamos 9 horas, a uno que nos levantamos a las 9 y trabajamos solo 5 horas. Nuestro cuerpo y cerebro se adaptarán al trabajo en seguida. (hay otros factores que pueden influir, así como el salario, el ambiente de trabajo…) Sin embargo cuando es al revés. Y pasamos de un buen trabajo o situación a otra mucho peor. Nuestro cerebro, tardará mucho tiempo, incluso meses en asumir y acostumbrarse a la nueva situación.

Lo mismo nos pasa con las vacaciones. Pero, para esto a los niños les suele afectar mucho más que a los adultos. Ya que ellos en verano disfrutan de mucho más tiempo con un cambio de rutinas y tiempo libre. Tengamos en cuenta que incluso los adultos que tan solo han tenido unas semanas de vacaciones, pueden sufrir del síndrome post-vacacional. Es duro un cambio de hábitos. Pero al final, todos nos acostumbramos y conseguimos volver al día a día.

Consejillos para que no resulte dura la vuelta.

Como decimos la vuelta al cole, es muy dura para la mayoría de los niños. Como acabamos de ver, las rutinas pueden hacernos pasar una mala experiencia. Pero no es solo eso. Además, la vuelta al colegio se realiza en un momento clave. Un cambio climático. Justo cuando acaban las vacaciones, el tiempo también lo hace. Pasando del solecito, al aire, frío, lluvias… Todos sabemos como el tiempo, puede influir en nuestro ánimo. Pues en el momento de la vuelta al cole, tenemos influencia tanto de las rutinas y el mal estar lo refuerza el mes de la melancolía, otoño.

Por todo esto, es muy importante que nos adelantemos a las circunstancias. Y no esperar hasta el último momento para intentar ayudar a nuestro niño en la vuelta al colegio. Debemos ir poco a poco en las semanas anteriores de que comience el curso escolar.

Restablecemos rutinas: Podemos empezar incluso a mediados de agosto. No quiere decir que desde el día 15 vamos a levantarnos a la hora de ir al colegio, ni comer exactamente a la misma hora… Sino que lo que vamos haciendo es acercar los horarios poco a poco. Podemos empezar a hacer alguna cosa que nos ayude en el repaso de las asignaturas del colegio. (Si el niño quiere y le parece bien)

Visita al colegio: Podemos pasarnos algún día por delante del colegio del niño. Para que se vaya preparando.

Crear interés: Los niños tienen el cerebro muy moldeable. Esto es así para que puedan aprender y desarrollar sus conocimientos, así como los idiomas, las capacidades motoras… Y será con el tiempo, que el cerebro se hará más complejo para modificar las conexiones cerebrales. Como hemos hablado en un gran número de post, influye mucho más la educación que la genética. Debemos conocer el entorno al que se enfrentará el niño en un futuro y tratar de ayudar en lo que podamos a que tenga la cabeza amueblada para lo que se va a encontrar. Por eso, debemos hablar de la importancia del colegio, de lo que va a hacer y lo que va a conseguir. Pero, también la parte de la obligación de ir, aunque siempre que vea que en verdad es divertido y bueno para él.

Las relaciones sociales: El colegio es ideal para potenciar y ayudar en las relaciones sociales. Con lo que debemos adaptarnos a cada niño para que vaya predispuesto. Tengamos en cuenta que el mundo es un lugar donde tenemos que convivir casi 7.000.000.000 de personas. Con lo que debemos intentar que el niño se sienta cómodo con las relaciones con sus semejantes. Ya que a la larga serán básicas en su salud y en la ayuda que va a recibir. Además que para potenciar su autoestima.