¿Es “la guerra” el único sentido que Malvinas puede adquirir en el imaginario colectivo argentino?, ese es el único recuerdo que podemos tener de estas tierras, ¿No se nos hace acaso presente permanentemente, en esta forma tan difundida del recuerdo, una ausencia, un olvido, una invisibilidad, que convierte a Malvinas en un acontecimiento singular, completamente descontextualizado de toda política, reducido sólo al dolor de la derrota en un conflicto armado?, ¿por qué esto es así? y ¿cuáles son y han sido sus consecuencias?. La memoria no tiene que ser mezquina, las Malvinas son Argentina. La memoria histórica debe ser difundida porque la causa Malvinas nació en 1833. Inglaterra se apropió de estas tierras por la violencia el 2 de enero de 1833, expulsando a las autoridades argentinas.
Ahora argentinos jóvenes y viejos: ¿Qué sabemos sobre Malvinas?. Sabemos que un conjunto de islas que de un modo sintético y afectuoso reunimos bajo el nombre de Islas Malvinas está ubicado a menos de 464 km de la costa continental argentina y a más de 13.000 de las de Inglaterra. Las islas fueron ocupadas por la fuerza por el Reino Unido desde 1833 hasta el 2 de abril de 1982 y desde el 14 de junio del mismo año hasta nuestros días. Hoy en las islas viven menos de tres mil personas, de los cuales la mitad son soldados británicos y la otra mitad son “Kelpers”, descendientes de la población impuesta por los ocupantes.
En la actualidad, las islas han sido convertidas en una fortaleza militar inglesa y además en un próspero negocio en petróleo y pesquero; en coincidencia con un nuevo aniversario del conflicto bélico, tres firmas internacionales informaron años atrás que descubrieron yacimientos petrolíferos a 220 kilómetros de Malvinas. Las islas, además, son un punto clave para un estado guerrero como el inglés, puesto de control entre el Atlántico y el Pacífico, y son un trampolín y un reaseguro para las evidentes y nada disimuladas, pretensiones británicas sobre la Antártida, lo que implica una superficie adicional estimada en 3 millones de kilómetros cuadrados.
Más allá de la mezquindad política que inspiró esa decisión de ir a la guerra que estuvo vinculada a disimular la debilidad del Proceso de Reorganización Nacional de 1976 en Argentina, hacer la guerra a cualquier costa, muy a pesar de esto la causa Malvinas no puede tener un sentido ambiguo, más allá de la incomprensible evaluación de los factores en juego a nivel internacional y de la alianza estratégica entre EEUU y Gran Bretaña, más allá de la falta de análisis de la situación política en este país y de la casi segura decisión que en ese marco adoptaría su Primer Ministra Margaret Tatcher, más allá de esto, Malvinas debe estar presente como política de estado y eso incluye a la educación para que nuestros hijos y alumnos sepan que significa Malvinas para nuestro país. No podemos ni debemos dejar de recordar a Malvinas.
Malvinas no debe convertirse en un fantasma histórico. En los últimos años por lo menos hay un pensamiento sobre los crímenes de guerra que recién empiezan a ser discutidos y salen de ese campo fantasmagórico en que han estado sumergidos; donde no se podían juzgar las atrocidades que habían sido cometidas ahí, de la misma manera que se habían cometido en los centros clandestinos de detención.
Hoy no estamos conmemorando la guerra de 1982. Estamos rindiendo homenaje a los que lucharon, a los que dieron su vida, a los que aun están presentes entre nosostros, no deben ser héroes anónimos, a los políticos que han defendido su causa, a los docentes que siguen valorando esta gesta de Malvinas, a todos nosotros que debemos recordar y valorar nnuestra identidad. Malvinas es una causa Argentina. El hombre es el ser que en tiempos de paz organiza guerras y en la guerra quiere paz.
Malvinas es dignidad y la dignidad está representada en los “Chicos de la Guerra”.
Para pensar en este 2016. Argentina suma territorio. http://www.infobae.com/2016/03/27/1799924-argentina-suma-territorio-la-onu-aprobo-extender-la-plataforma-maritima
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