Peor imposible

Publicado el 26 julio 2010 por Felipe @azulmanchego
EL PSOE VUELVE a errar el tiro en Madrid. Los que creíamos que los socialistas no podían hacerlo peor nos hemos vuelto a equivocar. A diez meses de las elecciones autonómicas y con un PP en plena forma, resulta que los socialistas no saben cómo meterle mano al tema de las listas electorales para el Ayuntamiento de la capital y la Comunidad. Increíble, pero cierto.
Ocupado en otras altísimas preocupaciones, nos encontramos con que, ahora que empiezan a sonar los clarines electorales y es el momento de lanzarse al ruedo, sucede que a la dirección federal, o a una parte de ella, le entran dudas sobre la idoneidad de Tomás Gómez. A menos de un año, repito, de la convocatoria a las urnas, con el PP bus ya en marcha, y como si la batalla de Madrid fuera pan comido, alguien está agitando las aguas para decirnos que el ex alcalde de Parla no es el más apropiado para medirse con Esperanza Aguirre. Mira que han tenido tiempo para tomarse en serio lo de Madrid, pero no, han preferido esperar casi hasta el último minuto para decirle a Gómez aquello de "nene, tú vales mucho", pero no como cabeza de cartel.
Tanto han tardado en reaccionar que el propio Gómez se ha ido encastillando hasta convertir en un conflicto de consecuencias incalculables lo que, de otra forma y en condiciones normales, no hubiera sido más que un incidente fácil de olvidar para el electorado. No nos engañemos, José Luis Rodríguez Zapatero tiene todo el derecho del mundo a opinar sobre su candidato, faltaría más (los partidos funcionan así, nos guste más o menos), pero es evidente que debería haberlo hecho antes con el fin, precisamente, de que quien resulte señalado con el dedo presidencial no llegue a la carrera noqueado y enseñando los costurones de una batalla interna tan estéril como inútil.
Si Ferraz pone candidato y Tomás, como parece, se resiste, habrá primarias. Es decir, habrá navajeo durante semanas y se volverá a perder un tiempo precioso. El método de las primarias es bueno, e incluso saludable (tanto Zapatero como Gómez llegaron por esta vía), pero dentro de unos plazos y unos límites. Si la opción era Trinidad Jiménez, que me parece buena aunque a ella no le haga ni pizca de gracia, tendrían que haberla visualizado antes. Izquierda Unida ya tiene sus deberes electorales hechos y el PP, con su potente maquinaria, no tiene más que apretar el botón para que sus peones y killers se pongan a trabajar. El PSOE, en cambio, como los malos estudiantes, no acaba de aprender la lección de Madrid y tendrá que esperar a la vuelta de las vacaciones.
Había otros caminos más fáciles y rápidos, pero el PSOE, como siempre en Madrid, ha vuelto a optar por el más largo y tortuoso. No es cierto que todos los caminos conducen a la Puerta del Sol. Es posible que aún haya partido pero no es menos cierto que los del PP llevan meses disputándolo mientras el entrenador del PSOE no sabe con qué equipo saltar al terreno de juego. Y el público comienza a impacientarse porque no es la primera vez que hemos visto este partido. Lo dicho, peor imposible.