Muchas de ellas ya os sonarán si sois de aquellos que gustan del mundillo de las portadas horribles, pero de todas formas a los no enterados les puede también interesar ver que ni la música y ni tan siquiera unas fechas como son las navideñas, que suelen rezumar una estética positiva o elegante se libran de todo lo cutre, cochambroso o indecente que uno se pueda imaginar en este mundo. Sin más dilación, allá vamos:
Vulgar y pobretona portada realizada con un editor de texto y con una foto de una señorita calurosa que busca denodadamente por el suelo una de sus lentillas... Porque eso es lo que es.
Del contenido sonoro, permitidme que no hiciera muchos esfuerzos en averiguarlo.
Nunca se podrá devolver lo que este hombre hace por la música, ya que gracias a gente como Günther el repertorio de los villancicos tradicionales se van ampliando y actualizando para nuestro disfrute. Y como he dicho, eso no tiene precio:
Y como este año que se nos va me ha caído taaaaan bien, me despido de él con este temazo porque de verdad se lo merece:
¡Venga, a ponerse guapos y guapas y a comernos el mundo!¡El 2.011 nos espera!