Parece ser que hay personas que son inmunes a la fealdad de estos muñecajos del infierno y que no se conforman únicamemente con practicar y dominar la técnica de la ventriloquía, sino que encima tienen el valor de salir de sus casas a plena luz del día con un pequeño engendro del averno dentro de un maletín al que sacan para asustar al respetable... Y a eso no hay derecho, señores. No hay derecho, pero hay pruebas gráficas que nos demuestran que esta disciplina dantesca supo extenderse más allá del ámbito televisivo (todos conocemos a Monchito, a Macario y a Doña Rogelia) y tener sus escarceos en el mundo discográfico. Un sinsentido como otro cualquiera.
Para quitarme todo esta congoja que he ido acumulando a lo largo de mi vida, allá van las portadas más FEAS que he podido recopilar de esta variante artística tan peculiar:
Sí, sí que lo sé: con la marioneta. Se ve claramente que es ella la que domina toda la situación, la que ha subyugado con su satánico poder la voluntad de esta adorable pareja de mediana edad. Pensaréis que eso no es posible porque se trata de un álbum de temática cristiana... ¡Qué ingenuos son! ¡Pongan el disco al revés y verán! ¡Ni Led Zeppelin ni Black Sabbath!
Espero que este catálogo de esperpentos os ayude a evitar en la medida de lo posible caer en las despiadadas y afiladas fauces de un muñeco de ventrílocuo... Avisados quedan.