Lo primero será elegir (o hacerle carita al verdulero de "por favor, usted que es un entendido en la materia tiene que ayudarme...") unos 4 pepinos gorditos (no te preocupes por si tendrán muchas o pocas semillas porque los vas a ahuecar) y larguitos (así, todo en diminutivo) porque los partirás a la mitad. Siempre en crudo, pelalos y cortalos a la mitad, al bies (Sí, en chanfle o diagonal para que queden más vistosos y tengan un ligero parecido con las cañas de bambú. No me preguntes por qué. Me pareció que quedaban divertidos y con una ligera semejanza a las cañas por el veteado de su carne).
Luego, con el descorazonador de frutas (Sí, sí. El mismo que utilizás para quitarle el centro a las manzanas y peras), quitales el corazón. Tranquila, no desesperes, porque con una sola acción de ese práctico utensilio el pepino no quedará vacío. Probablemente deberás repetir la operación y, además, ayudarte con un cuchillo de vegetales (ése más pequeño y con una punta adecuada para tornear o tratar con vegetales de escaso volumen) para dejarlo lo más parejo y vacío posible. Eso sí, tené cuidado de no ir calando y calando hasta dejar la pared tan fina que no resista el relleno...
Una vez que repitas la operación con todas las cucurbitáceas en cuestión, será momento de dejarlas reservadas para dedicarte a la tarea de preparar el relleno.Picá en pequeños cuadraditos 1 cebolla grande y 1/4 de ají morrón. En una sartén con unas gotas de aceite neutro rehoga los vegetales hasta dorarlos ligeramente. No te olvides de condimentar con sal, pimienta, orégano y tomillo. Reservá.
En un bol, mezclá 1 tomate cubeteado (yo le dejo la piel y las semillas porque en ellas están todos sus nutrientes) con 2 huevos duros picados (o pisados con el tenedor) y 1 lata de atún al natural desmenuzado. Añadí la cebolla y el ají rehogados previamente. Comprobá la sazón (recordá no excederte con la sal porque el atún ya es bastante salado) e incorporá unas cucharadas de mayonesa (en mi caso, reducida en lípidos) como para formar una pasta.Por último, rellená los pepinos, servilos acompañados de tomates cherry y... ¡A comeeeer!
Consejo de último momento: No creas que me olvidé de indicarte que condimentaras los pepinos. No, no, no. Es que no lo necesitan porque el relleno ya tiene sabor suficiente y porque, además, comenzarían a deshidratarse y, con ello, a aguarse el plato (desluciendo toda la presentación).
Recuerden que este noble vegetal - pariente de melones y calabazas - es una gran fuente de agua (96% de su peso). Pero, además, posee vitaminas E y C, hierro, magnesio, calcio y aceites naturales lo que lo convierte en un excelente aliado en dietas de adelgazamiento, para el cuidado de la piel y la depuración del cuerpo.
La verdad es una receta súper sencilla, muy sabrosa (según mis catadores oficiales), ideal para dietas o para refrescarse los días de calor sofocante.
Antes de despedirme quiero agradecer a... (¡Me acabo de dar cuenta que no sé tu nombre!) de Sazono y me lo como por su amabilidad en concederme el premio Best Blog. Si no conocen su blog, pasen a recorrerlo porque bien vale la pena.
También debo agradecer a Armando del blog Comida en 365 (si aun no lo han visitado, pasen a verlo porque tiene un blog bien interesante) por otorgarme el Liebster Award.
Como hace algunas semanas atrás recibí estos premios (si les interesa pueden verlos aquí y aquí), y escogí otros blogs a quienes se los otorgué (con todo lo que ello significa), me abstengo de repetir el proceso. Espero que los dueños de Sazono y me lo como y de Comida en 365 sepan comprender mis razones. A ellos estoy infinitamente agradecida por tener en cuenta mi blog y mi trabajo. ¡Mil gracias!
Aquí contesto las preguntas efectuadas por Armando - ya que las correspondientes al premio Best Blog lo hice oportunamente - por si a alguien le interesa saber algo más sobre mis gustos y preferencias...
¿Un lugar para vacacionar?
En mi país (Argentina), el sur (la Patagonia), pegadito a la Cordillera de los Andes, un lugar precioso y de ensueño: Villa La Angostura. Bosques, cascadas, montañas con centro de esquí, lagos con playas tranquilas, villa de montaña, aguas cristalinas...
Fuera de mi país: Si les gustan las playas, podría ser Puerto Vallarta (la magia de México, combinada con su belleza geográfica, el estilo colonial y el moderno, su gente y su gastronomía) o un destino bien interesante: Nueva Zelanda con sus paisajes que quitan la respiración, aguas cristalinas (y sin contaminación), fiordos, bosques, montañas, pueblos con encanto, esculturas, danzas y cultura maoríes, sumado a ciudades modernas. ¿Qué más se puede pedir?
¿Qué música escuchás?
Primero, segundo y tercero en el ranking: Snow Patrol. Sí, soy un poco fanática. Pero, es que sus letras y música me pueden...
Escucho también a Jamie Cullum, Adele, The Black Keys, Foo Fighters, Elis Regina, Sara Bareilles, Jason Mraz, Jack Johnson, Quarashi, ZAZ, Cake... y la lista sigue. Pero, los que nunca faltan son Snow Patrol. Jajajaja
¿Una pasión?
Como soy muy apasionada (Jajajaja), no puedo con una sola y tengo varias: pintar, dibujar, escribir, cocinar, leer, diseñar, sacar fotografías.
¿Una de las siete artes?
Acá también se me complica la elección, pero podría ser el cine (si me apuran y tengo que elegir sólo una).
¿Una comida?
A que ya saben mi respuesta... Pizza.
Les mando un cariño enorme y les deseo una excelente semana. ¡Qué la pasen muy bien!