Miles de personas salimos ayer a recorrer las calles de Jerez, gente normal y corriente, trabajadoras de servicio a domicilio, de la Nueva Rumasa, de Navantia, de Aguas de Jerez, gente que saludaba a sus vecinos que observaban en las aceras con un: "hola, aqui estamos", no hacia falta mas explicaciones.
A las siete de la tarde, cuando todavía había luz del dia, ya empezaba a no caber gente al principio de la calle Sevilla de Jerez, empezaban a llegar desde buena parte de la provincia gaditana, empezaban a desplegarse las primeras pancartas, las cámaras de televisión, la prensa gráfica y los reporteros acercaban sus cuadernos de notas, sus objetivos, sus micrófonos a los asistentes.
Al principio con cierta confusión de donde estaba la cabecera, me resulto gracioso ver a algún grupillo detrás de bandera o pancarta partidista, correr de aquí a allá, porque no sabían donde estaban las cámaras, bueno gracia y lastima, siguen sin enterarse y sin diferenciar que quienes eran los protagonista ayer en Cadiz, eran simplemente la gente, la gente que trabaja, la gente que trabaja y no cobra, la gente que no tiene trabajo, jóvenes y mayores, hombre y mujeres de este Jerez, de Cadiz.
La inmensa mayoría mezclada, solo un sentimiento, un deseo, el NO A LA REFORMA LABORAL, algunos con sus propias reivindicaciones, con sus propios problemas, que ayer se convirtió en los problemas de todos.
Era el Cadiz que trabaja y que quiere trabajar, entre ellos no había engominados y entre ellas no era factor común denominador la mechas de cuna, Jerez ayer fue recorrido por la gente machacada por la crisis y contra los que quieren que esta la paguen los de siempre, contra los que de forma unilateral quieren modificar pactos constitucionales, y contra los que están tratando dinamitar a los sindicatos.
Cuando ya volvía hacia la calle Sevilla, desandando la Plaza del Arenal, un grupo detrás de una pancarta que firmaba el 15 M separado del resto hacia su propio recorrido, como si tuvieran cierto repelus de mezclarse con los trabajadores, con los sindicatos. Lastima, lo que pudo haber sido y no fue, con lo que podrían aprender.