Un carpintero …
…ya entrado en años estaba listo para retirarse. Le dijo a su Jefe de sus planes de dejar el negocio de la construcción para llevar una vida más placentera con su esposa y disfruye de su familia..
Él iba a extrañar su cheque mensual, pero necesitaba retirarse.
Ellos superarían esta etapa de alguna manera.
El Jefe sentía ver que su buen empleado dejaba la compañía y le pidió que si podría construir una sola casa más, como un favor personal. El carpintero accedió, pero se veía fácilmente que no estaba poniendo el corazón en su trabajo.
Utilizaba materiales de inferior calidad y el trabajo era deficiente. Era una desafortunada manera de terminar su carrera.
Cuando el carpintero terminó su trabajo y su Jefe fue a inspeccionar la casa, el Jefe le extendió al carpintero, las llaves de la puerta principal.
“Esta es tu casa, dijo, es mi regalo para tí.”
Qué tragedia! Qué pena! Si solamente el carpintero hubiera sabido que estaba construyendo su propia casa, la hubiera hecho de manera totalmente diferente. Ahora tendría que vivir en la casa que construyó “no muy bien” que digamos!
Así que está en nosotros. Construimos nuestras vidas de manera distraída, reaccionando cuando deberíamos actuar, dispuestos a poner en ello menos que lo mejor. En puntos importantes, no ponemos lo mejor de nosotros en nuestro trabajo.
Entonces con pena vemos la situación que hemos creado y encontramos que estamos viviendo en la casa que hemos construido. Si lo hubiéramos sabido antes, la habríamos hecho diferente.
Piensen como si fueran el carpintero. Piensen en su casa. Cada día clavamos un clavo, levantamos una pared o edificamos un techo. Construyan con sabiduría. Es la única vida que podrán construir. Inclusive si solo la viven por un día más, ese día merece ser vivido con gracia y dignidad. La placa en la pared dice: “La Vida Es Un Proyecto de Hágalo Usted Mismo”
Quién podría decirlo más claramente? Su vida ahora, es el resultado de sus actitudes y elecciones del pasado. Su vida mañana será el resultado de sus actitudes y elecciones hechas HOY! “Los únicos errores que cometemos en la vida son las cosas que no hacemos.”
Yo elijo a Jesús… En él fundamento mi vida… Él es mi Roca…
VIVE DÍA A DÍA…
No dejes que termine sin haber crecido un poco, sin haber sido un poco feliz, sin haber alimentado tus sueños.
No te dejes vencer por el desaliento. No permitas que nadie te quite el derecho de expresarte que es casi un deber. No abandones tus ansias de hacer de tu vida algo extraordinario. No dejes de creer que las palabras y la poesía sí pueden cambiar el mundo. Somos seres humanos llenos de pasión. La vida es desierto y es oasis.
Nos derriba, nos lastima, nos convierte en protagonistas de nuestra propia historia. No dejes nunca de soñar, porque sólo en sueños puede ser libre el hombre. No caigas en el peor error, el silencio. La mayoría vive en un silencio espantoso. No te resignes. No traiciones tus creencias. Todos necesitamos aceptación, pero no podemos remar en contra de nosotros mismos.
Eso transforma la vida en un infierno. Disfruta el pánico que provoca tener la vida por delante. Vívela intensamente, sin mediocridades. Piensa que en tí está el futuro y en encontrar la tarea con orgullo y sin miedo. Aprende de quienes pueden enseñarte. No permitas que la vida te pase a tí sin que la vivas…
Autor: Walt Whitman
YO me encuentro a mi mismo… y cuando lo hago Dios sale al Encuentro… No te hablo del silencio que paraliza, te hablo del que te hace dar cuenta que es maravilloso percibir el sonido del silencio… Es ese el silencio que si quiero…
DECÁLOGO DEL OPTIMISTA
1 – Los optimistas se aman, procuran un alto nivel de autoestima, se valoran y aprovechan lo mejor posible sus talentos personales innatos.
2 – Los optimistas aceptan a los demás como son, y no malgastan energías queriendo cambiarlos, sólo influyen en ellos con paciencia y tolerancia.
3 – Los optimistas son espirituales, cultivan una excelente relación con Dios y tienen en su fe una viva fuente de luz y de esperanza.
4 – Los optimistas disfrutan del “aquí” y el “ahora”, no viajan al pasado con el sentimiento de culpa ni el rencor, ni al futuro con angustia. Disfrutan con buen humor y con amor.
5 – Los optimistas ven oportunidades en las dificultades, cuenta con la lección que nos ofrecen los errores y tienen habilidad para aprender de los fracasos.
6 – Los optimistas son entusiastas, dan la vida por sus sueños y están convencidos de que la confianza y el compromiso personal obran milagros.
7 – Los optimistas son íntegros y de principios sólidos, por eso disfrutan de paz interior y la irradian y comparten, aún en medio de problemas y crisis.
8 – Los optimistas no se desgastan en la crítica destructiva y ven la envidia como un veneno. No son espectadores de las crisis sino protagonistas del cambio.
9 – Los optimistas cuidan sus relaciones interpersonales con esmero, saben trabajar en equipo y son animosos sembradores de fe, esperanza y alegrías.
10 – Los optimistas también tienen épocas difíciles, pero no se rinden ni se dejan aplastar por su peso, ya que saben que aún la noche más oscura tiene un claro amanecer y que por encima de las nubes más densas sigue brillando el sol; que todo túnel, por más largo y oscuro que sea siempre tendrá otra salida y que todo río siempre tiene dos orillas
Gonzalo Gallo G.
“El me dijo, ‘Mi gracia es suficiente para tí, pues Mi fuerza se perfecciona en la debilidad.’ Por lo tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que habite en mí el poder de Cristo. Por lo cual me regocijo en debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias, por Cristo; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.” 2 Corintios 12:9-10
TENER OÍDOS SOLO PARA DIOS
Chuck Ross, un escritor de Los Ángeles, se le ocurrió en 1975 hacer un curioso experimento. Ross envió a cuatro editoriales una porción del libro Pasos (Steps), del afamado escritor de origen judío, Jerzy Kosinski.
La novela de Kosinski había sido publicada en 1969 y había ganado el Nationa…l Book Award de ese año. Para sorpresa de Ross, el manuscrito fue rechazado por las cuatro editoriales. Unos años más tarde y persuadido por Kosinski, Ross repitió el experimento. Esta vez envió el texto completo a catorce editoriales y trece agentes. Nuevamente fue rechazado por todos, incluso por la editorial Random Hause, quien fuera la que en 1969 publicara el libro de Kosinski por primera vez.
Una historia que hace que riamos un poco, pero que también tiene una segunda lectura menos hilarante. El experimento de Ross nos recuerda que las personas no tienen la última palabra sobre nuestra vocación o talentos. Que no debemos sobredimensionar la opinión de otros, y que debemos creer en lo que queremos alcanzar. David, el hombre que había sido ungido por Dios para ser rey de Israel. Aquél sobre cuya cabeza el gran profeta Samuel había derramado el aceite de la unción autorizando su llamado divino. El que otrora había dado muerte al temerario gigante Goliat, se encontraba huyendo de un rey que veía en David todo lo contrario. Dios veía a David como el rey, pero Saúl como un traidor en potencia. El Señor lo veía como una bendición para Israel, pero Saúl como una mala influencia para su hijo Jonatán y como un soliviantador. El Pueblo consideraba a David un salvador, Saúl solo veía un usurpador.
La ambivalencia de opiniones presionaba a David hasta el punto de temer por su vida. Pero… ¿qué pensaba David de sí mismo? Por su conducta inferimos que siempre le creyó a Dios. Pasaron doce largos años de huidas y dificultades. Rechazado, desterrado y sin rumbo fijo. Rodeado de un grupo de hombres de dudosa reputación. Recibiendo infortunio tras infortunio. Hasta que llegó el día en que todos se dieron cuenta de lo obvio, de lo que Dios había dicho.
David fue reconocido como el rey que por decreto del Altísimo era. Su reinado de cuarenta años fue llamado la etapa dorada de Israel. Hoy es recordado como un gran hombre de Dios, capaz de creer a pesar de la opinión cambiante de los demás. A Juan le llamaban endemoniado, mientras que otros le decían, profeta. A veces los que gritan más eufóricamente “¡Hosanna!”, pueden días más tarde gruñir a toda voz, “¡que le crucifiquen!” Se trata de seguir adelante, de reírse de la adversidad y desoír las opiniones vacilantes.
“Cuando vayan mal las cosas/ como a veces suelen ir,/ cuando ofrezca tu camino solo cuestas que subir./ Cuando tengas poco haber/ pero mucho que pagar y precises sonreír/ aun teniendo que llorar,/ cuando el dolor te agobie/ y no puedas ya sufrir,/ descansar acaso debas,/ pero nunca desistir” No sucumbamos ante la virulenta desaprobación de los demás, ni demos saltos de alegría ante el efímero elogio.
Hagamos lo que por vocación santa hemos sido llamados a hacer. No dejemos que nos distraigan los aplausos, ni que nos entristezcan las contradicciones. No os preocupemos por los que dirán los que están alrededor, si nuestro obrar es el correcto, sino por el que mira desde lo alto.
Pedir diarimanete la Perseverencia…
El designio del Señor permanece para siempre. Y sus planes , a lo largo de las generaciones. (Salmo 33: 11)
EL VUELO DE LOS GANZOS
El próximo otoño, se podrá ver a los gansos emigrar dirigiéndose a un lugar más cálido para pasar el invierno, se observará que vuelan formando una V, una V corta. Tal vez te interese saber que la ciencia ha descubierto por qué vuelan en esa forma.
Se ha comprobado que, cuando cada pájaro bate sus alas, produce un movimiento en el aire que ayuda al pájaro que va detrás de él. Volando en V, la bandada completa aumenta su poder, por lo menos un 71% más que si cada pájaro volara solo Las personas que comparten una dirección común y tienen sentido de comunidad, pueden llegar a cumplir sus objetivos más fácil y rápidamente, porque van apoyándose mutuamente, haciendo que los logros sean aún mejores.
Cada vez que un ganso se sale de la formación, siente inmediatamente la resistencia del aire, se da cuenta de la dificultad de hacerlo solo y rápidamente regresa a la formación, para beneficiarse del poder del compañero que va adelante. Si nos unimos y nos mantenemos juntos a aquellos que van en nuestra misma dirección, el esfuerzo será menor. Será más sencillo y placentero el logro de alcanzar las metas previstas. Cuando el líder de los gansos se cansa, se pasa a uno de los lugares de atrás y otro ganso toma su lugar.
Los hombres obtendremos los mejores resultados si nos apoyamos en los momentos duros, si nos respetamos mutuamente en todo momento compartiendo los problemas y los momentos más difíciles.
Los gansos que van detrás graznan para alentar a los que van adelante a mantener la velocidad. Una palabra de aliento a tiempo ayuda, da fuerza, motiva y produce el mejor de los beneficios.
Finalmente, cuando un ganso se enferma o cae herido por un disparo, otros dos gansos salen de la formación y lo siguen para ayudarlo y protegerlo. Se quedan acompañándolo hasta que esté nuevamente en condiciones de volar o hasta que muera y sólo entonces los dos acompañantes vuelan a su bandada o se unen a otro grupo. Si aplicamos el mismo sentido común que los gansos seguiremos en formación, el mantenernos uno al lado del otro apoyándonos y acompañándonos… Estar dispuestos a Dar y Recibir ayuda …
Si hacemos realidad el espíritu de equipo, si pese a las diferencias podemos conformar un grupo humano para afrontar todo tipo de situaciones, si entendemos el verdadero valor de la amistad y si somos conscientes del sentimiento de compartir, la vida será más simple y el vuelo de los años más placentero.
SEñOR AYÚDANOS A SER COMO LOS GANZOS! … ENSÉñANOS A COMPARTIR !…
SOLO POR HOY…
- Sólo por hoy trataré de vivir exclusivamente el día, sin querer resolver el problema de mi vida todo de una vez.
- Sólo por hoy tendré el máximo cuidado de mi aspecto, cortés en mis maneras, no criticaré a nadie y no pretenderé mejorar o disciplinar a nadie sino a mí mismo.
- Sólo por hoy seré feliz en la certeza de que he sido creado para la felicidad, no sólo en el otro mundo, sino también en este.
- Sólo por hoy me adaptaré a las circunstancias, sin pretender que todas las circunstancias se adapten a mis deseos.
- Sólo por hoy dedicaré diez minutos de mi tiempo a una buena lectura, recordando que, como el alimento es necesario para la vida del cuerpo, así la buena lectura es necesaria para la vida del alma.
- Sólo por hoy haré una buena acción y no lo diré a nadie.
- Sólo por hoy haré por lo menos una sola cosa que no deseo hacer, y si me sintiera ofendido en mis sentimientos, procuraré que nadie se entere.
- Sólo por hoy me haré un programa detallado. Quizá no lo cumpliré a cabalidad, pero lo redactaré y me guardaré de dos calamidades: la prisa y la indecisión.
- Sólo por hoy creeré aunque las circunstancias demuestren lo contrario, que la buena providencia de Dios se ocupa de mí como si nadie más existiera en el mundo.
- Sólo por hoy no tendré temores. De manera particular no tendré miedo de gozar de lo que es bello y creer en la bondad.
Puedo hacer el bien durante doce horas, lo que me descorazonaría si pensase tener que hacerlo durante toda mi vida.
JUAN XXIII.
En su Carta a los Romanos, San Pablo dice, “El querer está a mi alcance, el hacer el bien, no. De hecho no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero” (7:18-19). San Pablo está describiendo su propia experiencia y esa podría se la experiencia de todos nosotros.