Iniciado el año 1984 el Napoli estaba lejos de ser un club de renombre y reunía un palmares sumamente pobre, al que en 58 años sólo había compuesto de dos Copa Italia, una Copa de los Alpes y también una Anglo-Italian League Cup. Enclavado en el sur del país simplemente era un equipo más, que como tantos otros se veía completamente relegado por los poderosos y exitosos Juventus, Milan e Inter.
Sin embargo todo comenzó a cambiar llegado el mes de julio. A la institución arribó nada más ni nada menos de Diego Armando Maradona y de pronto la tristeza mutó en alegría y el pesimismo se transformó en entusiasmo. Aparecieron fotos y banderas de Diego en todas las calles de Nápoles y se produjo una revolución nunca antes vista. Sin necesidad de verlo debutar, la gente lo comenzó a querer y lo sintió como su héroe, el que venia a cambiar la historia.
No se equivocaron, ya que a lo largo de siete extraordinarios e inolvidables años en los que despertó suma admiración Maradona protagonizó actuaciones sublimes, marcó mas de un centenar de goles y llevó al Napoli a visitar la cumbre conduciéndolo hacia la conquista de dos Escudettos, los dos únicos del club en toda su historia, una Copa y una Supercopa de Italia y una Copa Uefa.
Pero un día se marchó y sólo quedó su recuerdo, que aún hoy habita cada rincón de la ciudad y permanece intacto en el recuerdo de los aficionados, que deseosos de rememorar aunque sea en pequeñas dosis aquellos gloriosos tiempos viven en permanente busca de nuevos ídolos que los inviten a soñar nuevamente. Últimamente lo encontraron primero en Ezequiel Lavezzi y luego en Edinson Cavani, hoy por hoy el futbolista diferencial del equipo. De cara al futuro cercano parecen tenerlo en casa con Lorenzo Insigne, quien vistiendo nuevamente los colores celestes tras verse obligado a partir amenaza con convertirse en estrella.
Dejando el club en el que se forjó eclipsado por figuras de renombre internacional como las anteriormente mencionadas, Insige llegó al Pescara luego de pasar fugazmente por dos clubes pertenecientes a la tercera División y en sólo una temporada se dio a conocer abiertamente al público causando gran sensación aún actuando en la Serie B y despertó el interés de grandes clubes europeos que al ver expuesta su brillantez no tardaron en comenzar a soñar con tenerlo entre sus filas y disfrutar de su afianzamiento definitivo como jugador.
Sus primeros toques de balón los dio en el centro formativo para chicos Olimpia Sant’Arpino, en el que ofreciendo detalles diferentes a los producidos por el resto de sus compañeros comenzó destacándose rápidamente y con el tiempo despertó la atención de captadores de talentos de Juventus e Inter, pero del que sin embargo se marchó con destino al sur al ser fichado a cambio de dos millones de euros por el Napoli, al que arribó con 15 años de edad.
Vestido de celeste fue experimentando un gran crecimiento en las categorías menores, lo que le permitió saltear etapas muy pronto y llegar en menos tiempo del habitual al equipo Primavera del club, al que se sumó con enorme naturalidad y en el que dando muestras de jerarquía enormes logró erigirse permanentemente en figura protagonizando actuaciones estelares, que entre otras cosas hicieron que el por entonces entrenador del primer equipo Roberto Donadoni lo sume a unas cuantas practicas.
Con el que sin embargo dio el salto a la Serie A fue con Walter Mazzarri, quien el 24 de enero de 2010 lo hizo debutar oficialmente ante el Livorno en el marco de un encuentro que paradójicamente también marcó su primer adiós del equipo, del que unos días más tarde se marchó cedido a préstamo al modesto Cavese para luego de cinco meses volver y recalar en el Foggia, equipo en el que siendo dirigido por el entrenador checo Zdenek Zeman sumó la confianza que le faltaba y dio cuenta de sus cualidades convirtiendo 19 tantos a lo largo de 33 encuentros en los que por otra parte se ganó su citación a la Selección italiana Sub 20.
Transcurrida dicha experiencia volvió al Napoli con vistas a la temporada 2011/12, pero al darse cuenta que otra vez tendría poco espacio para mostrarse recibió con agrado un pedido del mismisimo Zeman y llegó al Pescara, en el que mejorando mucho tácticamente y aprovechando la libertad para jugar que le brindó el actual entrenador de la Roma explotó de manera rotunda en compañia de otras jóvenes perlas como Marco Verrati y Ciro Inmmobile (hoy en PSG y Genoa respectivamente) y aportando 14 asistencias y 18 tantos fue factor clave para que el equipo logre el tan ansiado ascenso a la Primera División.
Insigne, de apenas 21 años, es un futbolista diestro que actúa habitualmente en posición de extremo izquierdo pero también puede desenvolverse sin ningún tipo de inconveniente como mediapunta. Bajo de estatura y endeble de físico, pero sumamente técnico, habilidoso, veloz y audaz, es un atacante que destaca por ser absolutamente criterioso y creativo con el balón en sus pies, poseer gran capacidad de gambeta y desborde y disfrutar de muy buenas cualidades de asistidor, que mostrándose siempre como solución y ofreciendo variantes aporta desequilibrio asiduamente reuniendo gran dinamismo y verticalidad, siendo muy difícil de frenar cuando inicia sus carreras y encara hacia zonas de riesgo para el rival.
Eficaz buscando espacios, trazando diagonales y llegando por sorpresa desde atrás, además también sobresale por ser preciso al momento de pasar el balón, tanto en corto como en largo, asociarse fluidamente con sus compañeros, cambiar brillantemente el ritmo, rematar con gran maestría desde media y larga distancia y definir extraordinariamente bien las muchas ocasiones en las que se encuentra en situación propicia para convertir. Como uno de sus pocos defectos se le puede marcar su abuso en la conducción.
Se dijo y se sigue diciendo que ya preguntaron por sus servicios Manchester United, Arsenal y Paris Saint Germain, pero lo cierto es que Lorenzo Insigne, quien el pasado mes de septiembre se dio el gusto de debutar oficialmente en la Selección mayor de Italia en un encuentro ante Malta valido por las Eliminatorias europeas rumbo al Mundial, sólo piensa en afianzarse definitivamente y triunfar en el club de su ciudad, el que ama desde pequeño. Demostró y sigue demostrando que talento para lograrlo le sobra.
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