Pensando en el Mundial que dentro de muy poco tiempo lo tendrá como gran anfitrióna, la selección de Brasil viene preparándose de la mejor manera. Sabe que la oportunidad de recuperar el prestigio perdido en los últimos años levantando el título ante su gente no volverá a repetirse por mucho tiempo y por dicha razón trabaja fortaleciendo los cimientos de un equipo formado por jovenes talentos que representan a la nueva generación y amenazan con llegar a la gran cita afianzados y en muy buen estado de forma.
Dicho recambio se ve principalmente representado en la figura de Neymar, pero lejos de acabarse en él también es apuntalado por otros futbolistas que aunque en cierto punto puedan verse un tanto opacados por la grandilocuencia del crack del Santos también poseen un talento enorme y reunen absolutamente todas las condiciones para transformarse en grandes estrellas. Uno de ellos es sin lugar a dudas Lucas Moura, a quien hoy le dedicamos la sección.
Figura estelar del Sao Paulo conducido por Ney Franco, que actualmente marcha sexto en el Brasileirao, Lucas se dio a conocer a Sudamérica y el mundo actuando para la selección brasileña en el Sudamericano Sub 20 llevado a cabo en Perú a inicios del 2011 y desde entonces ha experimentado una progresión asombrosa, dando cuenta de extraordinarias y deslumbrantes condiciones que lo hacen diferente a cualquiera y en muy poco tiempo ya han hecho suspirar a grandes clubes del continente europeo como Real Madrid, Manchester United, Chelsea y Paris Saint Germain, quien según lo anunciado ha logrado ficharlo y lo podrá disfrutar a partir de enero del 2013.
Si bien dio sus primeros pasos en Corinthians, este joven de apenas 19 años años se formó en el club en el que actualmente juega, en el que tras destacarse permanentemente en su paso por las divisiones menores, conquistando trofeos tales como la Copa Nike (2007), la Copa del Mediterraneo (2008), la Dallas Cup (2009) y la Copa Sao Paulo Futebol Junior (2010), realizó su debut oficial en agosto del año mundialista ante el Atlético Paranaense en un empate a uno. Fue en el marco de una temporada en la que posteriormente terminó completando 28 apariciones, las cuales aderezó con cuatro goles y otras cuatro asistencias.
Como gran parte de los futbolistas brasileños que conforman la generación antes mencionada, Lucas auna un talento descomunal. Hábil, veloz y poseedor de una técnica excepcional, es un centrocampista de ataque y también extremo atrevido, encarador e inteligente que maneja muy bien el balón, disfruta de una gran potencia y atesora un cambio de ritmo antológico, el cual le permite marcar mucho la diferencia en los metros cercanos al área rival tanto cuando culmina sus maniobras por el centro como cuando lo hace por las bandas, zonas en las que además es un maestro al momento del amague y el desborde.
Dueño de un amplio, vistoso y deslumbrante abanico de recursos, es un jugador que por si lo anteriormente mencionado fuera poco posee una gran visión de juego, es preciso al momento de pasar el balón e iniciar asi una asociación, es capaz de dar grandes asistencias y tiene un grandioso remate desde afuera del área. Es de esos jugadores a los que definen la creatividad, la magia y la exquisitez.
Uno de los pocos aspectos negativos que se le pueden marcar es que en ocasiones es un tanto individualista y termina resolviendo de forma desacertada algunas de sus jugadas, lo que por otra parte es comprensible en un futbolista que por edad e inexperiencia aún se encuentra en pleno desarrollo futbolístico.
Parte de la selección mayor de Brasil desde el 27 de marzo del 2011, día en el que Mano Menezes lo hizo debutar en el marco de un amistoso ante Escocia en Londres, Lucas Moura sigue dejando impresionados a todos y amenaza con convertirse, en un futuro inmediato, en uno de los mejores futbolistas del planeta. El futuro dirá, lo cierto es que juegue donde juegue, con él en cancha el espectáculo está garantizado.