Perdida, de Gillian Flynn

Publicado el 22 febrero 2013 por Aramys

Espero que no estéis casados.

Estar casado es una putada.

Pero si aun así, estáis casados, espero que nunca, nunca, nunca, desparezca vuestra querida, amable, alegre y bonita mujer.

Porque estaréis jodidos.

En el 70% de los casos se cree que el marido tiene algo que ver con la desaparición de su mujer.

El hombre; ese ser tosco, simple, de mente débil y con síndrome permanente de Peter Pan.

En serio, no os caséis. Mear sentado en la taza del váter no es divertido.

O que te acusen de asesinato, tampoco es divertido.

Lo veréis mucho más claro después de leer Perdida.

No sé si Gillian Flynn se ha propuesto cabrear a todos los hombres sobra la faz de la tierra con esta novela o, por el contrario, a todas y cada una de las mujeres. Perdida podría ser el manual del matrimonio perfecto, de hecho, podría ser el manual de unas cuantas cosas perfectas; el psicópata perfecto, los padres/suegros perfectos,  la casa perfecta, el pueblo perfecto, la vida perfecta.

Ah, la vida perfecta, la rutina perfecta, las bromas perfectas.

¿Seguro?

¿A ojos de quién?

¿De los dos? ¿De los vecinos? ¿De los amigos?

Gillian Flynn ha de tener un lado oscuro, aparte de ser mujer, claro; es capaz de escribir seiscientas páginas manipulando al lector, desconcertándolo, confundiéndolo, y dándole sólo en última instancia un pequeño agarradero, un asidero minúsculo, una opción. Pero se lo quita tan rápido como se lo ha dado y lo deja con cara de me-han-pillado-el-dia-de-mi-boda-follandome-a-la-dama-de-honor-en-el-armario.

No se puede confiar en una sola página de esta novela.

Amy no solo es guapa, amable, inteligente y servicial, además es romántica como pocas mujeres. Cada año le prepara a su guapo-esbelto-gracioso-y-maravilloso marido Nick una caza del tesoro. Amy esconde pistas por todo Carthage para que Nick las encuentre y resuelva los enigmas escondidos en ellas, la última pista lo llevara a un maravillosos-asombroso-perfecto- regalo.

Pero la mañana del quinto aniversario de la pareja, antes de que empiece la caza, antes de que Nick tenga tiempo para comprar un regalo para su Asombrosa Amy, antes de que la gente vulgar del resto del mundo tenga tiempo de tirarse un pedo, Amy desaparece.

Oh, alguien esta jodido.

Perdida se divide en tres partes, la primera y más larga es donde conocemos a Nick y a Amy; Flynn utiliza dos voces en primera persona, la de Nick en presente, y la Amy desde un diario donde nos narra parte del pasado de la pareja. Ésta primera parte es, a mi parecer, un tanto pesada, el ritmo es muy lento, como dice Ricardo Bosque en su reseña de la misma novela: ¨puede resultar demasiado lento para los más puristas del género, a quienes me puedo imaginar ansiosos o desconcertados¨ y no puedo estar más de acuerdo. Ésta primera parte, de trescientas páginas, puede ser un hándicap para los que estén acostumbrados a novelas rápidas, contundentes, o sea, todos los que amamos el hardboiled.

Aun así, hay que seguir  leyendo, esta primera parte no hace más que sentar las bases de lo que será la estructura donde se asienta toda la novela, Flynn nos va a dejar durante trescientas páginas a nuestro aire, nos va a dar las opciones, los caminos, nos va a situar, para que cojamos confianza.

Vale la pena seguir leyendo.

Pero en la segunda parte ya no decidiremos nosotros, en la segunda parte seremos atropellados, vilipendiados, se nos hará un nudo en el estómago, clamaremos al cielo y sentiremos odio.

Odio.

Ésta segunda parte si es más rápida, además es muy empática, psicológica, más oscura. Y nos prepara para la tercera parte.

La tercera parte.

Cuando ya crees que el sol sale cada mañana, cuando crees que las personas buenas de corazón van al cielo y los cabrones van al infierno, cuando crees que todo y digo todo tiene su cuso en la vida, Flynn te da una enorme patada en el culo.

La tercera parte.

Perdida

No cometáis el error de casaros.

Pensaréis que estáis leyendo una novela cercana a las románticas (que estáis delante de un telefilme de mediodía de un canal privado, donde la sustancia está en los pechos operados de la protagonista y no en el guion) pensareis, los más duros, que os han vendido un pufo disfrazado de novela negra, pensareis y pensareis y pensareis.

Y estaréis equivocados.

Flynn va directa al grano, escribe sin florituras, sin demasiadas concesiones, con un lenguaje (gracias, gracias, gracias) sencillo, directo y claro. También se agradece (y mucho) la estupenda traducción de Óscar palmer, que es absolutamente perfecta.

La novela se pone a la venta a principios de abril, apretad los dientes hasta entonces.

Perdida

Gillian Flynn

Ed. Mondadori colección Roja y Negra 2013

568 páginas