Como reseñar me cuesta un mundo os voy a presentar mis lecturas actuales, la verdad es que me está costando encontrar tiempo para leer, porque entre el buen tiempo (hoy justamente llueve y esta de un gris subido el cielo que da pena) y las miles de tareas burocráticas que tengo que resolver antes de incorporarme de nuevo al trabajo en mayo, reducen mi tiempo de ocio de forma alarmante. Llevo estas lecturas desde hace una semana, más concretamente desde le viernes pasado y sí se que eso no es una semana, pero por un día no vamos a regatear no creéis.
Hace tiempo que no me permitía el lujo de tener empezados dos libros, porque me era imposible sacarlos adelante, pero esta vez lo he considerado oportuno, porque uno de ellos es mejor leerlo poco a poco para no destrozar el factor sorpresa, y también para no terminar saturada. Quizás lo entendáis cuando os hable de él un poco más a fondo. El otro, es una novela negra que lleva desde el verano del 2011 en la estantería, un libro que le regalé a mi hermana, con la que comparto gustos literarios (y estantería porque me los adopta) y que esta me recomendó encarecidamente, pero que no salía de su hueco ni a tiros.
Como habréis sospechado es la lectura que he elegido para mi reto en el mes de abril y que sospecho que por lo poco que llevo leído no seré capaz de terminar en fecha, pero como estoy empezando a entender que en la lectura se trata de disfrutar y no de correr ninguna maratón, me lo voy a tomar con filosofía, calma y mucha paciencia, ya que sospecho que mayo va a ser un mes complicado.
Mi lectura ligera, para esos minimomentos que se quedan muy pero que muy cortos, tanto que a veces se reducen a un par de minutos, y siendo muy optimista pueden llegar a un cuartito de hora, es un libro que llevo bastante adelantado, una de las novedades de Planeta, y verlo fue quererlo. Y es que una ha llegado a tener tres blogs de temática distinta pero todos ellos relacionados con las letras, hoy desgraciadamente ya solo publico aquí y mientras el cuerpo me aguante. Esto os lo venía a comentar porque en uno de esos extintos blogs que tengo bajo otro perfil, un día conocí un blog que me llamó la atención por la frescura de su administradora, el blog se titulaba Una mamá española en Alemania, y suponía para mi una válvula de escape en una época en que mi situación personal era más bien mala.
Podéis imaginar mi sorpresa y mi alegría, porque le había perdido la pista al blog, cuando vi que lo habían convertido en libro. Por eso mi primera reacción fue hacerme con un ejemplar y la segunda recomendar el blog y por ende el libro a todo aquel que me quisiera escuchar. Creo que en total son unas 82 entradas de blog y por eso lo leo a ratitos para no saturarme con las peripecias de esta mamá, casada con un teutón y con tres conatos de teutones cuadriculados en ciernes por hijos
Autor@: Fátima Casaseca
Editorial: Planeta
Nº Páginas: 264
"Alemania es un gran país. Es más pequeño que España, verdad, pero aún así gran en todo él. Es el motor de Europa, tiene a una mujer al frente _ rubia, para más inri_ y hacen las mejores lavadoras del mundo. También hacen los mejores coches y tractores y, probablemente la mejor cerveza. Pero a mí, desde que tengo hijos, lo único que me importa es la lavadora. Varias veces al día, por cierto.
Supongo que ahora se estarán preguntando que qué koñen hace una española subida en el motor de Europa, con tres niños y marido teutón de pro, poniendo ella las lavadoras ¿no? Se lo explico encantada: verán, aquí no es oro todo lo que reluce."
Si queréis ver como se destruyen mitos con elegancia y buen humor este libro es vuestro aliado, esto tan solo es el prólogo, llevo leído mucho más de la mitad del libro y no he podido borrar mi sonrisa de la boca en días... pero ya os contaré más cositas en la reseña (cuando esta llegue claro)
La novela que me sirve para mi reto 12 meses doce libros, es:
Titulo: EL NÚM3RO DE LA TR4ICIÓN
Editorial: Roca editorial
Nº Páginas: 476
"Llevaban casados cuarenta años y Judith seguía teniendo la sensación de que había cosas de su marido que ignoraba. Cuarenta años preparándole la cena a Henry, cuarenta años planchando sus camisas, cuarenta años durmiendo en la misma cama, y seguía siendo un misterio. Quizás esta fuera la razón por la que continuaba haciendo todas esas cosas por él sin quejarse. Había mucho que decir de un hombre que, después de cuarenta años, aún era capaz de llamar la atención de su mujer"
El principio nos sirve para ubicar personajes, pero para poco más, por no decir que no trasluce lo que nos vamos a encontrar tan solo dos páginas después, y por lo tanto nos golpea con fuerza y sin piedad.
Estas son mis lecturas actuales supongo que en lo que queda de semana y porque me tiene más que enganchada terminaré Una mamá española en Alemania, y si el tiempo lo permite y de momento parece que así va a ser por dos días le daré un buen empujón a la novela negra.