La esperadísima propuesta de David Fincher arriba a las salas para saciar las ansias del público. Adaptación del best-seller de Gillian Flynn que saca provecho en la gran pantalla gracias a una puesta en escena atrapante, alarmante y que juega con el desconcierto para llevar al espectador a experimentar diferentes sensaciones que no le permitan relajarse en ningún momento. La palabra que mejor define a la cinta es intensidad. El relato, más allá de su larga extensión, está poblado de un aire que va mutando, a lo largo de su desarrollo, desde enigmático hasta incluso llegando a resultar casi malsano y retorcido. Todo bajo la admirable conducción de un director al que el género le sienta como anillo al dedo, siendo en el que mejor se desempeña.La historia es simple desde la teoría o bien dando a conocer su sinopsis: Amy, la esposa de Nick, desaparece nada menos que en el quinto aniversario de su boda. Los comportamientos poco comunes de Nick perjudican su imagen de cara a los medios y a la presión policial, anclándose como el sospechoso principal.
LO MEJOR:el relato en sí. La intriga, el nivel de intensidad, por momentos sofocante. Las actuaciones. El pulso narrativo de Fincher. Las vueltas de tuerca.LO PEOR: posiblemente su extensión.
PUNTAJE:9