Perdonen la frivolidad

Publicado el 20 marzo 2011 por Siempreenmedio @Siempreblog

Perdonen la frivolidad. Sí, ya sé que con la que está cayendo en el mundo, entre Japón, (un tema que han abordado en este blog de forma inmejorable mis compañeros araphant, marteenmedio o miscelanea7) Libia o la crisis mundial que afecta directamente a este país y de la cual aún no ha llegado la peor parte, según el presidente de Mercadona Juan Roig, no es de recibo hablar de Torrente 4, y aún así lo voy a hacer. Y lo voy a hacer porque  a mí es que cuando la realidad me supera me da por huir hacia lo superficial. Llámenme cobarde, pero yo más bien sostengo que es un recurso defensivo del ser humano para no hundirse en el pozo del drama que le rodea.

Pues parece que debo ser de las pocas que entienden el fenómeno Torrente, y me refiero al género femenino. Torrente es una saga vista mayoritariamente por hombres. Hablo con mujeres al respecto y me miran como si fuera un bicho raro: ¡qué asco!, ¿cómo es posible que te rías con las cochinadas y barbaridades de esa película? Y claro me lo cuestiono y llego a la conclusión de que tanta irreverencia me atrae. No hay santo al que no desvista Santiago Segura y eso me deja a partes iguales alucinada y escandalizada.

Homofobia, racismo, machismo, incorrección política, Belén Esteban, Kiko Rivera…, debería darme vergüenza pero no me la da. Lo que me da es un rato de evasión y risas, además de ganas de reconocerle a Segura que ha conseguido evidenciar los grandes defectos de este país sin que nadie lo lleve al paredón, algo realmente complicado por estos lares. Claro que más de ocho millones de caja en el primer fin de semana son un argumento bastante sólido.