la crisis económica se ha llevado por delante a cientos de medios de comunicación en españa. pero donde más se ha notado ha sido en el terreno local. publicaciones que durante décadas se han consagrado como referentes de información en municipios, provincias o autonomías y que se ven abocadas al cierre. otros apuestan por continuar su andadura sólo a través de internet. y aunque nos encaminamos irremediablemente hacia un periodismo donde prima la inmediatez y ahí la web tiene las de ganar, dejar de imprimir es un claro síntoma de desgaste.
los medios locales, como todos, viven de la publicidad. pero cuando no hay dinero las empresas no invierten tanto y sólo queda una vía de financiación. en el periodismo local resulta imprescindible en la mayoría de casos la publicidad por la que pagan los ayuntamientos y corporaciones públicas. y he aquí el problema, nadie obliga a los equipos de gobierno a repartir esa publicidad de forma que todos los medios salgan beneficiados. y normalmente sólo se acaba insertando publicidad en los que son afines. esto dificulta la creación de nuevas publicacioness, promueve el cierre de los que ya estaban y provoca una falta de pluralidad en la información que recibe el ciudadano.
porque la ideología en la información local juega un papel determinante. el trato entre políticos y periodistas es tan cercano y constante que resulta imposible abstraerse de ello. eso teniendo en cuenta que el dueño del medio fuera desde un inicio imparcial. pero la realidad es que muchos periódicos, radios o televisiones locales han sido creados tradicionalmente para defender una línea ideológica unida a un partido (o a una persona dentro de ese partido). así la publicidad se ha convertido en la moneda de cambio en el tejido de redes clientelares entre medios y políticos.
otra opción, que también existe, es la de apostar por una información mucho más cercana a la cultura, los sucesos y los deportes. pero inevitablemente siempre se acaba tratando temas políticos y girando hacia uno u otro lado. o lo que es peor, reproduciendo sin límite todas las notas de prensa que llegan a la redacción para así intentar no favorecer a nadie.
medios que cierran y otros que se quedan esperando mejores vientos. periodistas despedidos y volúmenes de trabajo incapaces de ser procesados como merece por los que tienen la suerte de conservar su empleo. notas de prensa que se publican tal cual y artículos dirigidos para favorecer o perjudicar a una ideología dentro del municipio. un periodismo local tosco y malo en definitiva, que entre otras cosas ayuda a perpetuar la espantosa imagen que tenemos los periodistas en los últimos años. y que por supuesto deja al ciudadano como primer y último perjudicado, sin poder acceder a una información real de lo que sucede a su alrededor.
la única solución pasa por un reparto equitativo de la publicidad teniendo en cuenta el impacto que producen cada uno de estos medios. por fomentar la creación de nuevas publicaciones independientes y por cortar esos lazos clientelares entre periodistas locales y partidos políticos. al fin y al cabo, si el político invirtiera más tiempo en hacer mejor su trabajo y menos en camelarse a los periodistas, no debería tener ningún miedo de la información que se publique. yo estoy convencido de que el periodismo local es absolutamente necesario, pero no de cualquier modo.