Es curioso cómo, en la Facultad, nos exigen sentido crítico en esto del periodismo. Lo más importante y donde más hincapié hacen los profe-perio-listos es establecer esa delgada línea entre periodismo y publicidad. Nos dejan claro que la publicidad es algo inherente a nuestra profesión y sin la que muchos periodistas no se comerían un rosco (pregúntenles a los redactores de prensa de dónde salen sus escasos mil euros mensuales). Nos recalcan que la publicidad es algo deshonroso, bajo lo que no podemos caer, de hecho, seguro que ninguno de los que terminamos la carrera hemos pensado si quiera en trabajar en un gabinete de comunicación de una gran empresa. Seguro que, si lo han pensado, han "rectificado" y han dicho que eso no era periodismo.
Y poniéndonos en la situación contraria, si usted que lee estas líneas es periodista, ¿se prestaría a realizar anuncios? Deme pan y dígame tonto, me contestará, ¿o no? ¿Considera que es mejor mantenerse al margen del mundo publicitario con tal de mantener su rigor y seriedad como periodista o prefiere imbuirse en la publicidad para ganar un dinerito extra?
En definitiva, ¿no creen que haciendo estas cosas es como los periodistas pierden la credibilidad?
De arriba a abajo y de izquierda a derecha las fotografías son: Matías Prats e ING Direct; Ana García Siñeriz y la campaña "La margarina es buena"; Susana Griso y Actimel; Sara Carbonero y Pantene. El vídeo es de L'Oreal y cuenta con la imagen de Mónica Carrillo.