Foto: Vanguardia Liberal
Los periodistas turcos Adem Özköse y Hamit Coşkun se encontraban informando de los sucesos que están ocurriendo en el norte de Siria cuando desaparecieron. La última vez que se pusieron en contacto con otros colegas, el 10 de marzo, estaban en Siria, cerca de la frontera turca. Se cree que han sido sometidos a desaparición forzada, por lo que están expuestos a sufrir tortura y otros malos tratos.
Adem Özköse, reportero de 34 años, y Hamit Coşkun, cámara de 21, entraron en Siria por la frontera turca el 5 de marzo de 2012. Según un compañero, querían pasar una semana en el norte del país para informar de los actuales acontecimientos. La última vez que se pusieron en contacto con sus colegas, el 10 de marzo de 2012, estaban en la localidad septentrional de Idlib, donde dijeron que estaban cubriendo una manifestación. Desde entonces se ignoran su suerte y su paradero exactos.
En noticias publicadas en Siria se ha mencionado que los dos están bajo custodia de las fuerzas de seguridad sirias, pero las autoridades no han revelado oficialmente ninguna información sobre ellos. Un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores turco ha informado a Amnistía Internacional que éste ha escrito a las autoridades sirias para solicitar información sobre los dos periodistas y pedir que sean puestos en libertad si se hallan detenidos. No hay noticias de que el gobierno sirio haya respondido oficialmente a estas peticiones.
El acceso de periodistas internacionales al país es muy limitado desde el comienzo de las protestas. Asimismo, no se permite la entrada en Siria de observadores ni organizaciones internacionales e independientes de derechos humanos, como Amnistía Internacional o la comisión internacional independiente de investigación sobre Siria establecida por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, para que documenten las violaciones o abusos contra los derechos humanos que cometan ambos bandos.
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