Que levante la mano el corredor de larga distancia que no haya sufrido de periostitis. La mayoría de los huesos del cuerpo humano están revestidos por una capa de tejido conectivo llamado periostio, esta proporciona protección y asegura las fibras musculares al tejido óseo. La periostitis tibial, es una lesión muy común entre corredores, esta se produce cuando una capa de periostio es dañada y/o sufre una infección.
Al correr el roce del músculo con el periostio del hueso y puede llegar a dañarlo gradualmente, sobre todo se produce cuando los atletas estén en periodos de volumen sumando muchos kilómetros semanales, sobre todo si aumentan el kilometraje drasticamente. Aunque no la principal, esta es una de las razones por las que debemos aumentar la carga gradualmente y no de golpe, para intentar prevenir esta irritación. Otros motivos que pueden causar periostitis es una pobre técnica de carrera, ya que esto puede aumentar la cantidad de impacto que recibe el músculo y esta vibración que este produce en los músculos ayudar a dañar el periostio de la tibia.
La periostitis tibial es fácil de detectar en corredores, se trata de un pinchazo en la zona frontal de la tibia cada vez que nuestro pie golpea contra el suelo, el dolor a medida que avanzan los kilómetros o los días sufriendola ira en aumento.
Como prevención, lo mejor es visitar al tu psisioterapeura habitual o en caso de este dolor ser severo quizás es conveniente visitar al médico para descartar otros problemas mayores que pueden producir inflamación de periostio del hueso. Un buen calentamiento con estiramientos dinámicos pre entrenamiento y estiramientos post entrenamiento también será de ayuda para prevenir. En caso de ya estar sufriendo esta molestia, parar durante unos días puede ser de gran ayuda, y una vez desaparezca el dolor, reaparecer siempre aumentando la carga progresivamente.