Periplo estival 2018.- Del Mediterráneo al Estrecho de Malaca.-VIVENCIAS EN MALASIA Y SINGAPUR (10)

Por Salpebu
X.- GEORGETOWN, SUS BARRIOS Y MEZQUITAS
George Town​ (malayo: Tanjung, chino: 喬治市, pinyin: Qiáozhì Shì) es una ciudad del Estado de Penang en Malasia. La ciudad está situada en el noreste de la Isla de Penang y tiene cerca de 220.000 habitantes, o unos 400.000 incluyendo los suburbios. George Town fue fundada en 1786 por el capitán Francis Light, un comerciante de la Compañía Británica de las Indias Orientales, como base de la compañía en los estados malayos. Obtuvo la isla del sultán de Kedah y construyó el fuerte Cornwallis en la esquina noreste de la isla. El fuerte se convirtió en el punto de referencia del creciente comercio y la población de la isla alcanzó los 12.000 habitantes en 1804.
La ciudad fue nombrada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2008, junto a Malaca debido ser los dos enclaves portuarios más históricos del estrecho de Malaca. Tras este acontecimiento se celebró un concurso al que se presentaron muchos artistas. Ernest Zacharevic y Tang Mun Kian fueron los elegidos para desarrollar el proyecto de embellecimiento de la ciudad.
Aunque se exhiben las muestras de ambos, fue el primer artista el que despuntó con sus murales sobre las fachadas de la ciudad.Patrimonio Mundial de la UNESCOLa zona más antigua del centro de la ciudad ha sido designada por la UNESCO como Patrimonio Mundial, en 2008. Se ha reconocido que posee una "arquitectura singular" y una especial cultura din igual en el este y sureste de Asia. En efecto, Georgetown tiene una de las mayores colecciones de edificios anteriores a la guerra mundial.La zona abarca 2.6 km2 del centro de la ciudad, desde la Transfer Road y Prangin Road hasta el sur, e incluye el entorno de la ciudad administrativa, como Fort Cornwallis, City Hall, Penang State Museum, y el Central Business District. Asimismo, incluye la Iglesia de San Jorge, la Mezquita Kapitan Keling Mosque, el templo hindú Goddess of Mercy Temple y la Cheong Fatt Tze MansionEs una zona con prohibición de construir si supera unas medidas máximas. …La visita a la ciudad de Georgetown era una de nuestros mayores deseos en Malasia, por lo mucho que habíamos leído al respecto. Así pues, aprovechando que una de las rutas del autobús turístico Hop-on Hop-off pasaba por delante de nuestro hotel, decidimos utilizar este medio de transporte para, como suele ser habitual en nosotros, dar una vuelta completa y así obtener una visión global que nos permitiera pormenorizar en visitas más tarde. La ruta azul (inicialmente elegida, por la razón de proximidad al hotel) recorría toda la costa norte y este de la isla de Penang, por las cercanías de los hoteles y clubes de lujo y complejos turísticos, hasta llegar a Gurney drive, punto en el que se podía cambiar a la otra ruta (la roja), que se adentraba por el centro de la ciudad. Eran las diez de la mañana pero el calor ya resultaba agobiante, y aunque el autobús tenía una parte cubierta y con potente aire acondicionado, para visionar mejor la ciudad era preferible sentarse en la parte alta delantera, en la que el sol cargaba de manera inmisericorde.
El recorrido resultaba muy interesante, pues se dirigía hasta Penang Hill, desde donde se vislumbraban las edificaciones en lo alto y el templo Kel Lok Si, previo pasar junto a Burmese Buddist temple, llegando al monumento Komtar, y a las zonas de Little India y ChinatownBajamos del bus en la zona próxima a Little India, y recorrimos las calles super típicas de Jalan Hutton y Lebuh Campbell, en cuya prolongación, la calle Lebuh Ah Quee, hallamos la enorme y llamativa mezquita Kapitan Keling MosqueMientras contemplábamos su exterior y su minarete, de bella arquitectura, las mujeres de nuestro grupo penetraron por el pasillo de acceso, llegando hasta la entrada , en la que presumí y advertí que serían interceptadas, pero mi sorpresa fue que comenzaron a charlar con un hombre de atuendo musulmán, y al cabo de un rato me invitaron por señas que acudiera al lugar. A la entrada de la mezquita, este musulmán se presentó como voluntario islámico, que era profesor de filosofía islámica en la universidad de Kuala Lumpur, y se ofreció a acompañarnos para visitar por dentro la mezquita, y nos fue explicando la forma de rezar, dónde y cómo, el lugar estrictamente reservado a las mujeres (según él, para que no distrajera su belleza a los hombres durante el rezo), y en general muchos detalles. Eso sí, para entrar a la mezquita, las mujeres hubieron de ponerse un túnica azul y cubrirse con la capucha, y a mi (que iba en pantalones cortos) se me colocó una especie de falda; cuyos atuendos nos forzaron a contener la risa. Después, las fotografías (adjunta una de ellas) desataron nuestras carcajadas. Este ilustrado y muy amable voluntario islámico nos llevó más tarde a la biblioteca, con un acogedor aire acondicionado, en la que nos obsequió con agua fresquísima yunos folletos en español y en inglés, que con gusto guardé, y que eran, lógicamente, propaganda del islamismo, y comparación con la religión católica. Agradecimos sobremanera a este hombre (Muhammad Yussuf Kelah) su atención y hasta obtuve su e-mail, al que una vez retornado a España le he escrito y con quien he comenzado a mantener correspondencia. Muy interesante.Seguimos por Little India, pasando por el templo hindú Sri Mahamariamman y el cercano Goddess MercyNo muy lejos se hallaba la zona noble con la iglesia anglicana,  St. George, y la catedral católica de la Asunción, casi enfrente del blanco y significado palacio del Tribunal Supremo de Justicia. Desde Little India pasamos a la zona de Chinatown, bien diferente, pero también muy típica, en la que destacaban sus tiendas en casas antiguas de mínima altura, sitas en calles en las que las canaletas de alcantarillado apestaban bastante. Era la "servidumbre" del tipismo...Al propio tiempo, nos recreamos con las pinturas de arte urbano que decoraban algunas calles, en las que dejamos hechas algunas fotos como recuerdo.Iba cayendo la tarde, por lo que retomamos el autobús turístico y regresamos por Fort Cornwallis hasta el punto de enlace con la ruta azul, y así conseguimos arribar a nuestro hotel Hard Rock al anochecer. Tras descansar algo en las habitaciones y dar un paseo hacia la playa y por el jardín, decidimos volver al bar/restaurante de la agraciada Helena, donde disfrutamos de nuevos pescados a la brasa, y especialmente tuvimos ocasión de reunirnos con toda la familia que allí trabajaba (madre, hermanos, tío y la propia Helena), lo que recogimos en una foto, con la simpatía y alegre acompañamiento de la familia. Era la despedida de la isla de Penang, con sus claroscuros, como la inadmisible negligencia del hotel en el arreglo de habitaciones, en el cobro por anticipado y en la no devolución de la garantía, pero con las interesantes experiencias en la mezquita KapitanDe todas maneras, la opinión general fue que la visita resultaba interesante, pero nunca apasionante. SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA