De esta manera, sin madrugar demasiado, recogimos nuestros equipajes, preparamos un ligero condumio (bocadillos con charcutería tirolesa) y cargamos el maletero de nuestro coche. Al momento de partir, la inefable María, nuestra anfitriona, apareció solícita para despedirnos, y nos recomendó que evitáramos ir a Italia por el Brenner Pass, o paso del Brenero, porque en fechas clave de principio y fin de vacaciones se suelen generar grandes atascos. No dimos demasiada importancia al consejo y salimos por la autor pista en dirección a Innsbruck. La vía no presentaba un tráfico especial, y al llegar al
De esta manera, sin madrugar demasiado, recogimos nuestros equipajes, preparamos un ligero condumio (bocadillos con charcutería tirolesa) y cargamos el maletero de nuestro coche. Al momento de partir, la inefable María, nuestra anfitriona, apareció solícita para despedirnos, y nos recomendó que evitáramos ir a Italia por el Brenner Pass, o paso del Brenero, porque en fechas clave de principio y fin de vacaciones se suelen generar grandes atascos. No dimos demasiada importancia al consejo y salimos por la autor pista en dirección a Innsbruck. La vía no presentaba un tráfico especial, y al llegar al