Como es natural, el Vaticano tampoco se salva de los cables publicados por Wikileaks.
En ese reparto que se han hecho los cinco periódicos elegidos por Julien Assange para difundir esta última tanda, el periódico The Guardian ha publicado unos cables que ponen en evidencia la postura del Vaticano en relación con el escándalo de abusos sexuales a menores en el seno de la Iglesia, así como los errores mediáticos de los "viejos cardenales" que rodean al Papa Benedicto.
Un cable fechado el 26 de febrero de 2010 muestra que el Vaticano se negó a cooperar con los investigadores sobre los abusos sexuales del clero en Irlanda. También desvelan que la Comisión Murphy, encargada de investigar los abusos a menores en la archidiócesis de Dublín, pidió hablar con el Nuncio papal en Irlanda y también con miembros del Vaticano, pero fue rechada dicha petición.
Sin embargo, a pesar de la falta de cooperación del Vaticano, la Comisión Murphy pudo corroborar muchas de las reclamaciones y llegó a la conclusión de que algunos obispos trataron de encubrir los abusos, poniendo los intereses de la Iglesia Católica por delante de los de las víctimas.
El autor de este jugoso cable cita a un alto cargo de la curia romana, que consideraba que la petición de la Comisión Murphy había ofendido a muchos en el Vaticano y que el propio Gobierno irlandés no respetó y protegió la soberanía del Vaticano durante las investigaciones.
Estos cables añaden también que el Papa es una persona aislada por sus asesores y que el número dos, el cardenal Tarcisio Bertone, que ejerce como secretario de Estado en el Vaticano es "un subordinado servil con poca credibilidad entre los diplomáticos". Añade el cable que no tiene experiencia diplomática y ninguna habilidad lingüística. Esto entre otras lindezas.
Los cables califican al círculo íntimo de asesores del Papa de hombres de edad avanzada, sin ningún conocimiento de las tecnologías de la información y un pésimo conocimiento de los medios de comunicación que da lugar a "letanía de errores" en la portavocía del Vaticano.
Es muy clarificador saber que, a pesar de que el Papa Benedicto afirma con contundencia perseguir dentro de la Iglesia los abusos de menores, estos cables ponen de manifiesto que la realidad va justo en dirección contraria.
Seguiremos leyendo y defendiendo activos tan esenciales como Wikileaks.