¿Pero los toros no eran "ya" cultura?

Publicado el 08 enero 2011 por Njimenez79
 Foto: El País
Tengo un lío que no me aclaro. Primero me educan en la idea de que los toros son un arte. Bien. Luego pasan los años y mis amigos me sugieren que soy anticuadita por eso de que me guste el toreo. Vale. Después vienen los catalanes y, tras un arduo ¿debate?, prohíben los toros, disfrazando de defensa animal una salida de tono independentista. Qué le vamos a hacer. Meses después, reaccionan los toreros. Las figuras, vamos. Dicen que quieren que los toros dejen de pertenecer al Ministerio del Interior y sus competencias estén regidas por el Ministerio de Cultura. Sinde no les hace mucho caso, pero Rubalcaba, que es perro viejo y zorro agudo, accede y hasta se hace la foto. Bueno.
Los toreros entonces piden que los medios de comunicación se impliquen en el tema. Que den más contenidos taurinos, al margen de las cornadas sangrientas. Que los toros son más que tragedia. Y dicen que quieren reunirse con quien corresponda para que RTVE le dé cancha al toreo.
Y en éstas llega Oliart y se saca de la manga un Manual de estilo en el que los toros aparecen clasificados dentro de la sección "Violencia con animales". Chúpate ésa. Líneas más abajo -o más arriba, no lo sé, porque leo la noticia en El Mundo, con las citas textuales ya extractadas- aparece que "RTVE no es indiferente a la relevancia que tiene el mundo de la tauromaquia ni a su influencia en muchos aspectos socioculturales", de manera que no se rechaza dar contenidos de "actualidad" del mundo taurino "en la programación" tanto de la televisión de la radio. Pero de emitir corridas, nada.
Llegados a este punto, una se pregunta: ¿para qué ha servido tanto paseíllo ministerial? ¿Para qué tanta rueda de prensa? ¿Y tanta entrevista en los medios (afines)? ¿Realmente han conseguido algo las figuras o les (nos) han toreado? Y al final, ¿no tendremos los periodistas la culpa de todo, porque sólo buscamos el morbo?
La última pregunta es, evidentemente, retórica. No quiero sacar la pluma a paseo porque corro el riesgo de que se me desmande la lengua, pero sólo diré -especialmente para los lectores no taurinos, pues los taurinos ya lo saben- que los toreros sólo son accesibles a quienes ellos quieren -y quienes ellos quieren no siempre son los que más proyección pueden dar al mundo del toro, por otra parte-. Y que, aunque reclamen aparecer en las noticias no sólo cuando sufren cornadas, no les vale cualquier informativo y, sobre todo, no les vale cualquier periodista. O eres de la vieja guardia o lo tienes crudo.
De esta crítica se salvan algunos. El último, Alejandro Talavante, de quien ya escribí en un post al que me remito para no seguir cansándoos. Y supongo que habrá más, pero, en general, prefiero seguir callando.