¡Pero qué dice señor ministro!

Por Zulema @MamaEsBloguera

 

Pues discúlpenme, pero en mi casa la religión sí es una “maría”, y no, no estoy de acuerdo en que tenga el mismo rango que el resto de asignaturas en el colegio. Las palabras que el Ministro del Interior se ha atrevido a pronunciar han conseguido encenderme. ¿Cómo darle a la religión la importancia que tiene el resto de asignaturas? ¿Cómo volver la religión una imposición? ¿En qué mundo vivimos?

Me parece perfecto que cada uno tenga las creencias que quieran que tener, pero que no mezclen. Que sigan haciendo los acuerdos que quieran iglesia-estado, incluso que se sigan llevando gran parte de dinero público mientras el pueblo se muere de hambre, pero que no impongan. A mí personalmente me parece de vergüenza, me resulta realmente increíble que se le quiera seguir dando a la iglesia un status que para mí realmente no merecen. Que se sigan haciendo ojos ciegos a lo malo y sólo se mencione lo bueno. Que se tapen incluso delitos sin que llegue a pasar absolutamente nada.

Las vigentes leyes educativas no respetan los acuerdos Iglesia-Estado en cuanto a la asignatura de Religión”.

Por supuesto que no, porque así es como debe ser. La religión es una opción, no una imposición, y las personas que no creen se merecen el mismo respeto que las que sí. Nadie debe obligar a cursar una asignatura de esta índole, porque ya puestos, podríamos dar el islam también ¿no?

De hecho me atrevo a decir que no deberían existir tales acuerdos, y sí, me quedo tan pancha. El gobierno debe estar libre de religiones, prejuicios y todo lo que pueda perjudicar. Y una vez más sí,la iglesia llega a perjudicar muchísimo pero hablar aquí y ahora de las barbaridades que he llegado a ver ni nos lleva a nada, ni es el hilo de este post.

Como bien decía, soy una persona atea y me niego a que mis hijos crezcan en esta absurdez. Que ellos decidan cuando sean mayores conociendo todo, no sólo una parte o historia impuesta, que decidan libremente en lo quieren/pueden creer, y si es en nada, también. Pero que ningún gobierno, ministro, ni nada más nos diga en lo que debemos creer. Que cada uno se quede con sus propias creencias sin que tengan que interferir en el resto de cuidadanos y que se gobierne bajo leyes y no bajo morales muchas veces cuestionables.

Pero bueno que me lío, y esto sigue pero no aquí aprovecho para comentar la segunda parte en esta otra casita.

Una vez más se me hincha la vena y si me callo siento que reviento. Eso es lo que ha provocado en mí las palabras del Ministro del Interior sobre el matrimonio homosexual y lo que ha desencadenado el siguiente texto que podrán leer haciendo click sobre la imagen.