Paradójicamente, casi 9 de cada 10 encuestados estarían dispuestos a actuar contra la corrupción y están convencidos de poder contribuir al cambio con su disposición para combatir este fenómeno. Una proporción significativa está dispuesta a combatir el abuso de poder, los acuerdos clandestinos y el soborno, siendo dos tercios de aquellos a quienes se les pidió el pago de un soborno los que se habían negado a hacerlo. Ésto lleva a pensar que los gobiernos, la sociedad civil y el sector empresarial deben intensificar sus esfuerzos para conseguir que las personas contribuyan a revertir la corrupción.
Pero continuando con los datos revelados, el Barómetro Global de la Corrupción 2013 también pone de manifiesto que en demasiados países las personas no tienen confianza en las instituciones encargadas de combatir la corrupción y otros delitos. En 36 países se ha señalado a la policía como el sector más corrupto, y en esos mismos países, en promedio, la policía había pedido al 53 por ciento de las personas que pagaran un soborno. En 20 países el poder judicial es percibido como el más corrupto, y en esos países, en promedio, al 30 por ciento de las personas que habían tenido contacto con el sistema judicial se les había pedido el pago de sobornos.