Caminando por la bella y medieval Heidelberg, llego la hora de comer algo y entre los muchos lugares entramos a uno llamado Perqueo. Nombre fácil de pronunciar para lo que es Alemania.
Era época de espárragos y comimos una rica sopa. De paso nos enteramos algo de la historia del lugar.
¿Quién fue Perqueo? dicen que fue un hombre bajito, un italiano, que llegó a Heidelberg con fama de conocedor de vinos.
No se llamaba así, pero como cuando se le pedía o preguntaba algo él respondía: "Per que no", de allí surgió el apodo de Perqueo.
En esa época el Duque o rey quería construir el tonel de vino más grande del mundo, Per que no, fue la respuesta de Perqueo quien fue nombrado custodio del famoso tonel que se encuentra en el castillo de Heidelberg.
En el castillo al visitar el tonel, hay un bar dónde se puede degustar vinos de la región.
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