La mañana del 31 de mayo de 2014, una devastadora avalancha de lodo asoló San Pedro Necta, Guatemala, tras varios días consecutivos de lluvias torrenciales. El deslizamiento de tierra acabó con la vida de cinco personas. Equipos de rescate militares trabajaron incansablemente durante horas, excavando sobre el terreno intentando localizar a personas atrapadas y desaparecidas, pero lo que nunca imaginaron es que 18 horas después de la avalancha rescatarían a un perro enterrado vivo.
Un portavoz local manifestó que 86 casas sufrieron daños por el deslizamiento de tierra.También clasificaron otras áreas cercanas como propensas a sufrir un desastre similar. En respuesta a esta tragedia, el Gobierno envió equipos militares en misión de rescate y fue, precisamente, uno de estos equipos el que rescató vivo al perro.
Mientras los equipos de rescate excavaban en una zona oyeron el llanto de un perro. Empezaron a cavar donde oían los sonidos venían y rápidamente encontraron el perro.
En el vídeo se puede oír como los soldados estaban preocupados por la vida del animal. Uno de los militares al principio está un poco indeciso, pensando que el animal en peligro podría morderlo, pero se puede oír a otro soldado que lo tranquiliza.
"No te va a morder porque le estas ayudando", dice el militar.
Una vez que los soldados cavaron un área lo suficientemente grande como para que cupiera la cabeza del perro, éste salió rápidamente hacia la libertad.
El canino perdió a sus propietarios en el deslizamiento de tierra, pero se encontró unos ángeles de la guarda y gracias a ellos volvió a nacer.