Perros guía y la libertad de acceso a establecimientos

Publicado el 14 enero 2015 por Elblogderamon @ramoncerda

Las personas con limitaciones visuales que van acompañadas de perros guía, según dice la ley 8/1995 «tendrán libre acceso a los lugares, alojamientos, establecimientos, locales y transportes públicos, considerándose incluidos entre los establecimientos de referencia los centros hospitalarios públicos y privados, así como aquellos que sean de asistencia ambulatoria».

Peros guía… ¿acceso ilimitado?

Hace unos días que está circulando por internet un video colgado por un usuario a quien se le ha negado la entrada a un restaurante. Cuando vi el vídeo, este ya había recibido cerca de 500.000 visitas, con lo cual es evidente que la mala publicidad contra el establecimiento no es baladí, pero yo no estoy completamente de acuerdo con todo lo que se está comentando en las redes sociales al respecto.

He de decir que entiendo que las personas que van acompañadas de estos perros guía deben tener un trato preferente en algunas cosas, por ejemplo en el libre acceso al transporte público. Ahora bien, el asunto de los restaurantes y otros negocios privados creo que debería tener otro enfoque distinto. Intentaré explicarme sin ofender a nadie (y sé que es difícil):

1.- Si yo monto un restaurante, debería de poder elegir a mi clientela y poder decidir si dejo entrar a personas con perros guía o no. Lo más probable es que en mi caso no pusiera ningún problema a su acceso, pero me gustaría poder decidir. Solo eso, decidir quién entra y quién no entra en MI restaurante.

2.- En ese hipotético restaurante puede que trabaje alguien que tenga alergia a los perros, o puede que yo tenga algún buen cliente que tenga esa misma alergia. ¿Qué diferencia hay entre los perros guía y los otros perros a los que la ley no permite el acceso?

3.- Puede que yo sea un amante de los perros (en realidad me gustan más los gatos, pero no tengo nada en contra de los perros) y a la vez sea el propietario de un restaurante. Por lo tanto, sería normal que yo tuviese un perro y que me gustara tenerlo en el restaurante. Vamos por lo tanto a suponer que se me ocurre tener al perro en el restaurante. ¿Qué pasaría? Que sería sancionado por Sanidad, o denunciado por algún cliente, o vete a saber qué. En cambio, mientras mi perro, a quien lavo a diario y cuido como a un bebé, se tendría que quedar fuera, y los perros guía podrán entrar aunque no estén bien cuidados, aunque tengan pulgas, aunque sus dueños no los tengan como debieran. Una paradoja, ¿no?

4.- Siguiendo el hilo del punto anterior, que los perros guía sean perros guía no los cambia genéticamente y pueden ser portadores de las mismas supuestas enfermedades que pueden tener los otros y por lo que la ley prohibe que entren (a los otros me refiero).

5.- También puede ser que esa persona sea una indeseable. El hecho de que alguien tenga problemas visuales no la hace mejor persona; estoy seguro de que debe de haber algún asesino ciego. Entonces… ¿por qué esas obligaciones?

Así y todo, NO ESTOY EN CONTRA de que los dejen entrar. Solo digo y repito que eso debería de decidirlo el propietario. Otra cosa son los transportes u otros servicios públicos que son de todos. Ahí la norma tiene que ser más estricta.

Ramón Cerdá

Perros guía y la libertad de acceso a establecimientos was last modified: enero 11th, 2015 by Ramón Cerdá